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lunes, 28 de octubre de 2013

Reconocer la vocación

Publico algunos extractos de una carta que he recibido tiempo atrás de una lectora del blog, la cual había decidido responder afirmativamente a la llamada de Jesús.

Queridísimo hermano en Cristo,
                                                 […]. Por 4 años he negado y rechazado todo signo de llamada religiosa [..] han sido años de intensa y profunda tribulación y sufrimiento interior. Si finalmente he decidido de obrar diversamente es solamente porque me he dado cuenta que mi indecisión sobre el estado de vida a abrazar debe terminar [...] a veces me pregunto el porqué de tanta predilección de parte del Señor no obstante mi indignidad!

Es en verdad difícil poner por escrito lo que se siente en el corazón en ciertas situaciones y yo te agradezco tu disponibilidad y paciencia. El haberte escrito y el escribirte me ayuda tanto, me da fuerza…. Te pido disculpas si he sido inoportuna y si te he hecho perder el tiempo precioso con mis mails insensatos. No quiero disturbarte más porque me doy cuenta que no escribo nada coherente…. Quiero solo decirte gracias y pedirte que reces por mí, nada más...

Un abrazo… continuaré leyendo el blog.

(Carta firmada)


Querida hermana en Cristo,
                                            no tienes que pedirme disculpas de nada y no debes preocuparte; para mí no es un fastidio el recibir cartas de parte de personas atraídas a la vida religiosa, es más, es verdaderamente una alegría responder y animar las almas a seguir a Jesús en alguna buena congregación. Por lo tanto si quieres escribirme, leeré y te responderé con mucho gusto tus cartas. Admiro mucho cada vocación, y por lo tanto la tuya. No quiero que ni una se pierda. Cada vocación es un tesoro no solo para quien la recibe, sino también para todo el resto de la Iglesia Católica que es el Cuerpo Místico de Cristo. Te confieso que no veo la hora que te vayas a un convento a hacer una experiencia vocacional. Sé que tu director espiritual es un sacerdote muy preparado, y si ha visto en ti los signos de vocación, hay que creerle.

Porqué entre tantas otras jóvenes, el Señor ha querido elegirte a Ti? Los decretos Divinos son insondables, pero lo cierto es que El no elige en base a los méritos, por lo tanto tu llamada es solo una obra de Su amor gratuito. En el convento será muy fácil para ti despreciar todas las vanidades de la tierra (riquezas, éxitos, moda, etc.) y vivir solo para amar a Dios y salvar las almas con la oración, la penitencia y el apostolado. Estos sufrimientos interiores que estás pasando son tu campo de batalla. La vida sobre esta tierra es una prueba, o sea que debemos probar a Dios que lo amamos de verdad con todo el corazón y sobre todas las cosas. El verdadero amor se demuestra en el saber sufrir por la persona amada. Tu, ahora, estás sufriendo mucho, pero es justo en este sufrimiento que estás demostrando que amas a Dios. Sin que te des cuenta, en cada instante de dolor estás diciendo que prefieres sufrir estos padecimientos interiores que rebelarte a la voluta del Señor que te está llamando a seguirlo en uno de las mejores Órdenes religiosas en Italia.

Tus sufrimientos son una verdadera cruz, pero escucha un poco lo que escribe al respecto Santa Gema Galgani: ...Después me dijo Jesús: «¿Sabes, hija mía, en qué manera me recreo en mandar las cruces a las almas que me son más queridas? Yo deseo poseer esas almas, pero enteramente, y por esto las rodeo de cruces, y las cierro en las tribulaciones para que no se escapen de mi mano; y por esto esparzo sus cosas de espinas para que no se afecten a ninguno, sino que prueben su alegría solo en Mí. Es el único camino para vencer el demonio y alcanzar la salvación: Hija mía, ¡Cuántos me habrían abandonado, si no los hubiera crucificado! La cruz es un don muy precioso y de él se aprenden muchas virtudes»

Tanto es lo que espero que toda pena me es querida” decía San Francisco de Asís. La misma cosa te digo para animarte a perseverar.

Te saludo fraternamente en Jesús y María,

Cordialiter

sábado, 12 de octubre de 2013

Ser monja de clausura

Publico algunos textos de una carta de una joven que es atraida por la vida religiosa y que quisiera ser monja...

Querido D.,
                    […] veo que has podido comprender muy bien los pensamientos e mi corazón. Efectivamente me siento atraida por la vida religiosa, pero no llego a comprender la congregación a la cual me llama el Señor. En un cierto sentido me gustan” […] pero mi aprecio por ellas, como ya te dije, se debe a su pobreza radical, el respeto por la Regla, el rigor en la vida religiosa y la preocupación por la Tradición. Elproblema es que a veces vienen lasdudas, me pregunta si basta solo esto para afirmar que el Señor me llama en esta congregación religiosa.

[…] Es un gran dolor ver que mucha gente, cuando entra en la Iglesia, va a rezar ante las estatuas de los santos y no dirige ni siquiera una mirada al Sagrario donde está realmente presente Jesús.

[…] Ultimamente estoy descubirnedo a San Alfonso y me admiro cada vez mas de ver como ha logrado unir la devoción mariana y la eucaristica.

Te agradezco por el precioso servicio que ofreces en tu blog.

En Jesús y María

(carta firmada)


Queridísima en Cristo,
                                      estoy muy contento de saber que te sientes atraida por la vida consagrada y que te gustaría ser religiosa. Cuando me dijiste en octubre que eras una joven de 25 años, temí que pudieras entregar tu corazón a alguna pobre creatura humana. Casarse es lícito, pero como enseña San Pablo, las mujeres casadas piensan principalmente como agradar a sus esposos. Nosotros sabemos en cambio que nuestro verdadero objetivo sobre esta tierra es salvar el alma y dar gloria a Dios Entrando en una buena congregación religiosa se tienen muchas posibiliddes de salvarse y de hacerse santos. Por este motivo ruego fervientemente al Redentor Divino para que te tome como su casta esposa.

¡Coraje, hay tanta necesidad de religiosas que busquen el bien de las almas y la mayor gloria de Dios! El enemigo del género humano hará de todo para que no elijas el estado de vida que Dios quiere para ti, pero debes resistir con ardor y combatir como un soldado valoroso. Espero que puedas pasar algunos días en el convento para poder elegir el estado de vida al cual Dios te llama. Para ser religiosa es necesario superar tantas dificultades, pero vale la pena. Per aspera ad astra!

Te saludo fraternalmente en Cordibus Jesu et Mariae,

Cordialiter

sábado, 28 de septiembre de 2013

"Carta" de una joven


Querido Hermano en Cristo Jesús, Paz y Bien:
                                                                      Soy una joven de 19 años de Argentina, que desde hace bastante tiempo he descubierto tu blog y hoy me he animado a escribirte un email.Quisiera comentarte cómo fue que llegué a conocer el blog: 
                                                                     
Desde hace casi dos años, mi vida se llenó de preguntas, necesitaba encontrar muchas respuestas que no tenía. En medio de eso, Dios comenzó a hacerse sentir en mi vida de manera especial, empecé a sentir algo particular que no sabía explicar, que me daba miedo pero a la vez me hacía sentir bien. Me sentí atraía por Jesús, y empecé a buscar, de manera especial en la Eucaristía, en los Sacramentos. Pero también en medios virtuales buscaba respuestas a lo que me pasaba. Fue así que me encontré con este blog que desde ese momento fue una ayuda para mí, ya que leí (y sigo leyendo tus publicaciones).
                                                                   
Desde comienzo de este año, estoy haciendo mi Discernimiento Vocacional, con Hermanas de una Congregación, en la que creo que Dios me llama, en los caminos que Él me marcó. Puedo decir que los Caminos del Señor no son siempre fáciles, personalmente  tuve que afrontar muchas dificultades día a día, pero a pesar de eso Dios me ha fortalecido - y lo sigue haciendo - con cada prueba que me toca vivir. He descubierto que Jesús es verdaderamente mi Camino, mi Verdad, y mi VIDA. Me doy cuenta que Cristo es mi Felicidad, y que cada día el deseo de ser Totalmente Suya, es cada vez más grande.
                                                                  
Quería compartir estas palabras contigo, agradeciendo el apoyo, el ánimo, las fuerzas que transmite tu blog, en este camino que he comenzado a recorrer y en el que Dios nunca me ha abandonado. Hoy, a pesar de las dificultades que se me siguen presentando, he decidido realizar una Experiencia en una de las Comunidades de las Hermanas, por lo que estoy anhelante y sumamente feliz, deseando hacer solamente la Voluntad de Dios, y poder decir cuando Él lo quiera, SÍ!
                                                                 
Te encomiendo en mis oraciones, por la misión que Nuestro Señor te ha encomendado. Y te pido oraciones por mí, para poder responder el llamado de Dios. Muchas Gracias! Te saludo en Cristo: Jor.
                                                                 
 ¡Alabado sea Jesucristo!

jueves, 12 de septiembre de 2013

Ex monja de clausura

Entrevisté una joven experta en vida monástica, quien estuvo algunos años en un monasterio de clausura del cual tuvo que salir por motivos de salud. Para reservar su identidad, le di el pseudónimo de Gema, por su devoción a Santa Gema Galgani.

Querida Gema, antes que nada te agradezco por tu amistad desinteresada. Esta vez quiero hacerte algunas preguntas sobre el tema de “dudas de vocación”.

- Algunas personas después de haberse convertido se sienten atraidas por la vida religiosa sin embargo dudan si tienen vocación porque se sienten indignos a causa de los pecados de la vida pasada. Pero Dios puede llamar a la vida consagrada también a las almas que se han arrepentido de pecados mortales cometidos en su vida pasada?

- Partiendo de la base que no existe ninguna creatura en el mundo digna de recibir el don de la vocación religiosa, te digo que si aunque una persona hubiera cometido pecados mortales en su vida antes de su conversión, si verdaderamente cree en la misericordia de Dios, sabe bien que a traves de un sincero arrepentimiento con el proposito de no pecar más, puede recibir el perdón de los pecados por medio del Sacramento de la confesión. Lavado y purificado por la Sangre de Cristo se hace blanco como la nieve. Es una tentación y también una falta de humildad creer que no podamos recibir este don de parte de Dios. Es que el Creador no conoce bien el alma que ha creado? No se habrá equivocado, no? Es una hermosa presunción de parte nuestra creer de tener el justo criterio para juzgar las acciones de Dios. No olvidemos que Jesús, después de una entera noche transcurrida en oración, eligió doce hombres, que no podemos ciertamente decir que eran modelos de santidad o ejemplos de virtud! Creo que cuando se recibe un don se debe solo agradecer, y en el caso de la vocación, diré que no bastará la eternidad para agradecer. Es cierto que cuando se ha sido virtuoso es fácil dejarse amar, pero cuando se ha sido malo es verdaderamente humillante ser amado después de todo. Entonces, no mirar el pasado, es necesario hacer un gran acto de humildad y aceptar con fe este inmenso don que el Señor hace a quien quiere El, según sus criterios y no según los nuestros, gracias a Dios.

- Tu conoces bien la vida monástica. El diablo busca tentar a los religiosos con dudas de vocación? Porqué lo hace?

- El diablo, que busca siempre quitar la felicidad a los hijos de Dios, no soporta ver a una creatura gozar de la inmensa alegría de consagrarse al Señor, y hace todo por buscar alejar las creaturas de este propósito, insinuando en su mente y en el corazón tantas dudas de vocación. El sabe muy bien que las personas consagradas ofrecen toda su vida para quitarle almas, odia hasta tal punto a las monjas que las llama con desprecio “cabezas bendadas” ! Se inventaría cualquier cosa para buscar que abandonen la vida religiosa. Obra de un modo especial en los noviciados, porque sabe que la inexperiencia y la inseguridad de los primeros encuentros con la vida religiosa hace a la creatura más frágil, pero si están bien unidas al Señor, confían en su ayuda, por medio de la oración incesante, todas las dudas se disuelven y el alma puede seguir su camino sin confusión.

- Cuando una persona tiene dudas sobre la vocación, conviene confiarse al propio director espiritual o con la priora del monasterio si es una novicia?

- Una cosa muy importante es que apenas se presentan a la mente estas dudas de vocación, confiarlas al director espiritual que guía nuestra alma, o con los superiores, que en el caso de una monja de clausura puede ser la maestra de novicias si es novicia o la priora si ya es religiosa profesa, porque ellos deben discernir si nuestra vocación es verdadera o no. Es muy importante también, porque si es una tentación, con solo decirla es pronto desenmascarada. Recuerdo el hecho de que muchos santos, entre los cuales Santa Teresa del Niño Jesús, tuvieron hasta el día antes de la profesión, tentaciones terribles sobre la vocación, pero apenas la dijeron a quien las guiaba, desaparecieron! Lamentablemente, el enemigo, tienta hasta religioso con 50 años de vida consagrada, increible! Por eso es necesario ser siempre vigilantes porque él, jamás se toma vacaciones, ni siquiera va en pensión!

- Te agradezco las respuestas. Aprecio mucho tu amistad caritativa y fraterna.

- Querido hermano, espero de haber sido exaustiva. Deseo agradecerte por el gracioso apelativo llamándome “Gema”, me ha agradado mucho, ha sido un gesto de ternura de parte de un hermano espiritual que ha comprendido cuanto estoy sufriendo. Te saludo y te agradezco tu amistad. El Señor te bendiga.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Mi vocacion


Publico la carta que me envió una joven.

Hola cordialiter: 

Hace unos días, buscando respuestas en google, me tope con tu blog, es para mi hermoso ver que hay muchas personas que han recibido ese llamado, esa iniciativa de Dios, esa invitación a una relación más intima con el amado Jesús. Hace ya casi 2 años descubrí el plan de Dios para mi vida, preguntandole que quieres de mi?

La respuesta cambio mi vida para siempre, sentí el llamado, ese llamado tan fuerte que me hizo salir huyendo, como Jeremías, le hice batalla y el fue mas fuerte que yo... a cada duda una respuesta... el Señor después de tantas batallas y luchas, me sedujo como a tantos otro, me hizo querer su querer.... 

Claro que yo nunca imagine que Dios me había soñado para la vida religiosa, y por eso digo que la vocación es una iniciativa de Dios no del hombre, por lo menos en mi caso.

Hace uno meses le envie esta carta a la hermana encargada de las vocaciones, en la congregación donde sentí el llamado, deseo compartirla porque Dios inspiro en mi corazón estos deseos profundos, y para alentarnos mutuamente en este camino, al que Dios nos invito ...

Hola hermana:

Cuanto tiempo sin comunicarme, muchos meses...
Para ponerla al día en agosto termino mi licenciatura, y me piden como requisito 1 año de servicio social, para titularme... es la recta final de mi vida profesional...Aun así, no se hasta donde estoy haciendo lo correcto...sólo quiero terminar lo que inicie...mis Padres están felices.

Sigo pensando cada día en la vida religiosa, algunas veces con emoción, otras con incertidumbre, con seguridad, con dudas, queriendo evadirlo, con angustia...Tenía razón soy una persona indecisa, la inquietud y certeza surgió en semana santa del año pasado y sigo aquí...pero aún así, no dejo de pensar en ello...acostumbraba mucho a soÑar pero ya no quiero soñar, ya no puedo soñar, no quiero construir un mundo con mis propias manos, con mis propios ideales...

Estoy consiente de que tengo el derecho de decir un no al llamado vocacional, no estoy obligada a  dar un sí...Pero no quiero hacer aun lado la propuesta, no quiero decir que no...no quiero mis sueños, no necesito mis sueños, se que Dios sabe mejor que yo, como vivir la vida...se que lo que Dios tiene preparado para mí, es mejor de lo que yo puedo soñar, quiero sus sueños; quiero sus realidades...Anhelo ser coherente, dar testimonio vivo de Jesús...quiero morir a mi misma...quiero perderlo todo y encontralo todo entonces...no me interesa lo que me puedan ofrecer, no quiero una vida matrimonial, no quiero la solteria....he buscado respuestas en todos lados fuera de mí, pero mi corazón pide a gritos una respuesta afirmativa...un sí...

Me he sentido sola, pero Juan Pablo II, dice que no pensemos que estamos solos en esta decisión, que no seamos egoístas al tomar la decisión...la Eucaristía y la oración me mantiene de pie, me fortalecen... 

Madre entiendo lo difícil que es ser obendientes, pero que es la obediencia?, si a cambio encuentras la felicidad, la libertad y la vida eterna...que es el sufrimiento? si a cambio, se te ofrece un amor infinito, que son las lagrimas, si hay alguien que no se olvidaría nunca de enjuagarlas..qué es la soledad, si Dios te llama a estar con él siempre...qué es negarse a sí mismo, para encontrarse en realidad...que es morir? cuando la resurrección te hace una persona nueva...

Me preguntaron cual es la razón? porque quiero la  vida religiosa?...quiero con mi vida, remediar alguno de los males de este mundo..."mi pequeña gota en océano, pero si faltará esa gota,el océano no sería igual" y sólo Jesús puede decirme en donde le puedo servir más...y solo entiendo que el quiere que me consagre...Quiero la aventura de no ser dueño de ti mismo...ser como el agua que no sabe donde estará mañana, pero se deja llevar por una fuerza superior a ella, y así se convierte en fuente de vida...las mujeres somos portadoras de la vida, siendo así renuncio a concebir en mis entrañas, para ser fecunda en Cristo...

TE LO COMPARTO, Y ME ENCOMIENDO A SUS ORACIONES,

Y "CUANDO AVECES SIENTAS, NOSTALGIA Y OSCURIDAD PIENSA QUE ALGUIEN TIENE TU MISMO IDEAL"

El señor de amor y misericordia infinita, ilumine nuestras vidas...

Nuestra dulce madre, nos enseñe a dar un sí amoroso, a la voluntad de Dios

NO TENGAMOS MIEDO A DAR UN SI A CRISTO, UN SI A LA FELICIDAD DE HACER REALIDAD EN NUESTRAS VIDAS EL PROPÓSITO PARA EL CUAL DIOS NOS FORMO, NO TENGAMOS MIEDO AL HACER REALIDAD EL SUEÑO DE DIOS :)


ANIMO VOCACIONES, DIOS NOS INVITA A REMAR HONDO, EN LAS PROFUNDIDADES DE SU AMOR, NOS INVITA A LA TRASCENDENCIA, A ENCONTRAR SENTIDO A NUESTRAS VIDAS... A VIVIR VOLVER A ÉL, EN LA MORADA ETERNA...

UN SALUDO Y UN ABRAZO DESDE MÉXICO, LA TIERRA DE NUESTRA MADRE MARÍA SANTÍSIMA Y DE TODOS SUS HIJOS.

(Carta firmada)

viernes, 12 de julio de 2013

Vivir en un monasterio

He recibido una hermosa carta vocacional que quisiera hacerles leer.

Queridísimo hermano en Cristo,
                                                     soy una joven de 22 años, me llamo [...] por motivos de estudio vivo en [...], frecuento de hecho el tercer año de la facultad de enfermería... 
Hace algunos días conocí tu blog... Desde que era niña le dí mi corazón a Jesús deseosa de pertenecerle a El para siempre; siempre creí que un día entraría en alguna Orden religiosa pero no lo pensé mucho; mi pequeño voto personal hecho a Jesús y la vida que llevaba en la parroquia me bastaban, pero creciendo comencé a comprender que no podía ser siempre así y por esto comencé a rezar por mi vocación. Hace un año conocí un joven sacerdote [...] con quien ha nacido una hermosa amistad y gracias a él comencé a comprender mi vocación. El pasado mes de junio, después de tanta resistencia de mi parte ha logrado que participara de una Misa que él celebraba en un Monasterio de Monjas Carmelitas de [...]. Viéndolas a ellas, sentí claramente dentro de mi, que eso es lo que Jesús quería para mí, pero al inicio no podía aceptar ser llamada a este género de vida que hasta el momento ni siquiera conocía. Recién en septiembre pude hablar con este sacerdote de mi deseo de seguir a Jesús en un monasterio, pero él me aconsejó de terminar primero mis estudios y después decidir...

Durante estos nueve meses he sido cada vez más conciente de mi vocación, aunque permanece la duda de cuál pueda será la Orden conveniente para mí. Me han atraido mucho los Santos Carmelitas y esto me lleva a pensar que Jesús me está llamando al Carmelo. Estoy segura que en el momento decisivo de la elección será Jesús mismo a darme entender donde seguirlo, pero lo que más me tormenta es el hecho de que durante todo este tiempo no he podido hablar aun con mi familia. Se que su reacción será muy dura y esto me atemoriza. De qué modo les puedo comunicar mi decisión? Como deberé comportarme frente a su reacción? Yo no tengo un carácter muy fuerte y tengo miedo de ceder frente a este obstáculo, aunque se que deberé superar tantos obstáculos para llegar a donde Jesús me quiere. Conoces algún sacerdote en [...] que pueda guiarme en mi elección ayudar? Quisiera finalmente que me acompañes con tu oración. Un abrazo fraterno en Jesús y María!


Queridísima hermana en Cristo,               
                                                      te agradezco de corazón, he quedado muy edificado al leer tu hermosa carta vocacional. Graduarse en enfermería significa tener gran probabilidad de encontrar un honesto puesto de trabajo, pero para mí es verdaderamente de consuelo el saber que estas dispuesta a renunciar a todo para darte al Buen Jesús que es el fin último de tu vida. Has sido creada para conocer, amar y servir a Dios en esta tierra para después poderlo amar por toda la eternidad, después de la breve peregrinación en esta tierra. Es emocionante pensar que una joven como tu, encaminada a una segura carrera de trabajo haya podido escapar de los engaños del mundo y haya comprendido que lo que importa de verdad en esta tierra es amar y servir a El solo, mientras todo el resto es vanidad de vanidades. De qué sirve tener un buen sueldo, un hermoso auto o casa lujosa, si el corazón es infeliz porque no ha respondido a la vocación del Señor?

Enseña S. Alfonso Maria de Ligorio que si una persona tiene vocación no debe confiarla a los amigos ni a la familia, porque estos, en general suelen opornerse tenazmente. Por lo que respecta la elección del estado de vida no debemos obedecer a nuestros padres, por lo tanto si es necesario deberás escapar de casa para poder abrazar la vida religiosa como han hecho Santa Clara de Asís, Santa Teresa de Jesús, San Gerardo Maiella e tantos otros santos. Te aconsejo de continuar conservando en máxima reserva tu deseo de donarte a Dios, se lo dirás a tu familia solo poco tiempo antes de entrar al monasterio. Si se enojan, permanece en silencio y después, cuando llegue día fijado de iras a escondidas. Es necesario estar dispuestos a cualquier sacrificio para hacer la voluntad de Dios. En este tiempo, cuando regrese a tu casa, trata de hacer una vida retirada. Tus padres, al ver que rezas mucho, que ya no tienes conversaciones mundanas; que no usas maquillaje ni vestidos provocativos; que no miras programas televisivos que disipan, que no frecuentas amistades frívolas, comenzarán a comprender que eres una persona “distinta” de las demás, y estarán un poco más preparados cuando les hables de tu deseo de abandonar el mundo. Después de muchos meses, cuando llegue el momento justo, les podrías decir así: “Querida familia, les tengo que dar una hermosísima noticia.

Cada ser humano sobre esta tierra está en busca de su felicidad. Algunos piensan en encontrarla en las riquezas, otros en las discotecas, otros aun en el matrimonio. Despues de muchos meses de reflexión y algunos periodos de experiencia vocacional en un monasterio, he comprendido que mi felicidad está en vivir unida al Buen Jesús, por lo tanto he decidido abrazar la vida monástica...” Pero si piensas que tu familia enojarán y te maltratarán ciertamente, entonces no conviene decirles nada, sino dejarles una carta donde escriberás las cosas que te he sugerido antes , y después podrás irte a escondidas. Pero ahora la prioridad es otra, es necesario discernir si Jesús te desea en una Orden de vida contemplativa o de vida apostólica, después de lo cual será necesario comprender cuál Orden o Congregación a la cual eres llamada. El hecho de que eres una estudiante “fuera de serie” es una gran ventaja para ti, porque en estos meses que te separan de la graduación tienes la posibilidad de hacer breves experiencias vocacionales sin que ti familia se den cuenta. Si las religiosas de [...] te han atraido por su devoción, entonces puedes llamar o escribir a este Carmelo para pedir pasar algún día en su monasterio para meditar y reflexionar sobre tu vocación religiosa. Mejor para ti que has comprendido estas cosas, o sea, la importancia de cumplir la voluntda de Dios, aun a costa de encerrarte en un monasterio. Cualquier cosa con tal de vivir con Jesús! Pero ahora tienes que prepararte para el combate espiritual.

El siempre actual catecismo de San Pio X enseña que con la Confirmación has llegado a ser una perfecta cristiana y soldado de Jesucristo, o sea que el Espíritu Santo te da la fortaleza necesaria para superar cualquier dificultad espiritual. ¡Coraje! Esta vida es solo una prueba, debemos demostrar a Dios de amarlo verdaderamente y por amor suyo debemos estar dispuestos a superar cualquier prueba. Recuerda siempre lo que decía San Francisco: “¡Tanto es lo que espero, que toda pena me es querida!”

Permanezco a tu disposición para cualquier otra consulta y aprovecho la ocasión para animarte en tu hermoso propósito de consagración religiosa. Te saludo cordialmente en Cristo Rey y en María, Mediadora de todas las gracias.

Cordialiter

miércoles, 10 de julio de 2013

Conversión de una joven


Publico una carta que me escribió una joven.

Saludos, hermano en Cristo, ¡alabado sea Jesucristo!

Mi nombre es [...] y tengo 17 años, vivo en México. Me encanta leer tu blog y aunque temí y dudé mucho si debía o no escribirte me he decidido por fin a hacerlo para la mayor gloria de Dios. [...] Antes de ponerme a escribir le he pedido mucho al Señor y a María Santísima no escribir nada inapropiado y que el espíritu santo sea quien me inspire las palabras precisas. Bien, primero hablaré de mi conversión.

Yo, como san Agustín, era una grandísima pecadora, una blasfema. A los 14 años por la influencia de ciertos amigos y también a causa de lecturas obscenas (en aquellos tiempos yo me afanaba mucho en cumplir mi deseo que tenía desde los 8 años: ser una gran escritora, y por leer cuanto libro caía en mis manos terminé por pervertir mi corazón, leí no sólo filosofías extrañas y ateísmo sino también novelas inmorales, tantas ideologías corrompieron mi fe sencilla de niña). Pronto me declaré atea y mi frase favorita era “no hay Dios sino el hombre”, además alguien me dio un libro muy lujurioso que me hizo caer en pecados graves contra la pureza. Cambié muchísimo, antes de todo eso yo era una niña con una “fe normal”, una niña inocente y buena que sólo quería escribir. 

Pues bien, hoy agradezco a Dios que me preservó de caer en cosas aún peores. Seguí leyendo a los filósofos ateos y me decidí a estudiar un día filosofía y letras, escribía mucho, me hice adicta a las lecturas inmorales que antes me asustaban y daban asco, y hasta cometí actos impuros, me rebelé contra todo y en especial contra la religión. Sentía repugnancia y odio hacia la Iglesia Católica, y no creía en Dios en lo absoluto. No pisé la casa de Dios en mucho tiempo. Así transcurrió el tiempo, y me hundía cada vez más en la inmundicia y el pecado, me perdía cada día más en la oscuridad. Aclaro que desde que tengo memoria sentía en mi interior un pequeño vacío, una especie de hoyito en el corazón, algo sentía que me hacía falta, algo que debía descubrir; a veces en la soledad y el silencio me sentía con “nostalgia” pero no sabía de qué. Me sentía vacía. Pues con tantas miserias y por llevar una vida tan disipada, acabé por agrandar el hoyito en mi corazón y después de un tiempo y de que sucedieran en mi vida algunas desgracias, me sentía tan triste, vacía y miserable que apenas podía soportarlo (no sé cómo fue que no me suicidé). Por aquellos días un profesor de secundaria ya no regresó de las vacaciones, murió de repente y yo quedé muy impactada con la noticia. No era un profesor a quien yo quisiera mucho pero me había dado clase y me sentí triste por él. Me puse a pensar que yo vivía como si nunca fuera a morir y sin embargo un día mi vida terminaría y… ¿habría vivido sin sentido y sólo por instinto como un animal? No, sin duda no quería eso, yo vivía sin felicidad verdadera y de manera hedonista. Pero eso debía cambiar. No sabía cómo. Pero Dios tuvo misericordia de mí, a pesar de haberle ofendido tanto, y puso en mi camino a dos personas muy especiales. A los dos ya los conocía hace tiempo pero nunca había tenido amistad con ninguno. Eran mis compañeros de secundaria. Ellos me hablaron mucho de Dios pero yo los ignoré al principio, me invitaban de vez en cuando a los retiros de grupos juveniles. Si ellos me ayudaron a encontrar a Dios no fue tanto por sus palabras sino por su ejemplo. Discutíamos a veces sobre Dios y la religión. Pronto me enteré de que mis dos amigos querían irse al seminario y allí comenzó mi inquietud: me pregunté mucho ¿por qué? ¿Por qué los dos siendo tan jóvenes querían ir a “encerrarse” y a “perderse de tantas cosas”? ¿Qué tenía de atractivo el seminario y por qué iban a entregar sus vidas a algo que no existía según mi opinión?  Poco a poco me fui percatando de que al perder mi fe, había perdido también el sentido de mi vida. Por eso es que ya no soportaba vivir. Me di cuenta de que me estaba muriendo de sed y hambre a la mitad de un desierto. Pero Dios me envió su maná. Me envió a Cristo, su hijo. Me sentía tan devastada que no pude hacer más que llorar y echarme en los brazos de Dios, pedirle perdón y suplicarle su ayuda. Eso no fue en un momento específico sino que duró un tiempo, fue un proceso en el que sufrí mucho. De pronto caí en la cuenta de lo horrible de mis pecados, fue un arrepentimiento doloroso y verdadero, lloré bastante. No podía creer las aberraciones que había cometido. Tenía el corazón contrito. Leí un día el famoso poema “no me mueve mi Dios para quererte” y se puede decir que así reencontré el sentido de la fe (que como fin principal no está el de salvarse por miedo al infierno, sino AMAR A DIOS y comprender su amor por nosotros en el sacrificio en la cruz). Supe que en realidad siempre creí en Dios, yo sabía que en el fondo de mi corazón él estaba oculto pero era soberbia con mis conocimientos científicos y filosóficos. Como mi corazón estaba inquieto y ávido de tener a Dios, de que él fuera mi alimento, me puse a leer un poco sobre cosas espirituales. Rechacé todos mis libros obscenos y ateos que no he vuelto a leer y que pienso quemar pronto. Dios fue el único ser capaz de llenar mi corazón y de hacerme feliz. Mis amigos futuros seminaristas llevaban a veces a la escuela revistas católicas y me las prestaban, yo leía testimonios muy bonitos y veía fotografías de religiosas misioneras en África, lo cual me llamó poderosamente la atención. Nunca antes me habían atraído las monjas pero al verlas gastar sus vidas a favor de los más pobres y por amor a Jesucristo, sentí cierta atracción a ese estado de vida. Aunque así lo dejé porque yo no quería ser monja sino una gran escritora y filosofa. Conforme me daba cuenta de la grandeza de Dios, y conforme comprendía la fe, me sentía más indigna y arrepentida. Comencé a ir a misa y trataba de rezar. Un día uno de mis amigos (ahora seminarista) me dijo: oye, ¿no te gustaría ser monja? A lo que yo respondí algo molesta: claro que no, eso sería lo último que yo sería. No lo quise admitir pero con su propuesta me emocioné un poco, aunque no me comprendía: quería y no quería, ser religiosa me atraía pero a la vez más repugnaba. Yo tenía muchos prejuicios contra las monjas y la iglesia, era muy ignorante aún sobre religión. Pero Dios seguía insistiendo, por las noches yo rezaba y me parecía que el Señor me pedía que fuera sólo de él, yo luchaba interiormente con él y con mis sentimientos pues me negaba a renunciar a mi gran pasión de escribir. Un día platiqué con una maestra de mi secundaria (faltaban meses para acabar la secundaria) y me dijo que ella tenía una prima y una hermana religiosas. Yo me entusiasmé y ella que lo notó me dijo: te pondré en contacto con mi hermana. Dije a mi maestra: mi mamá no va a querer. No sé porqué lo dije, fue como un presentimiento que después se cumplió. Cuando vi que la maestra escribía un mensaje en su celular para su hermana me llené de espanto y me pasaron mil cosas por la mente: ¿qué le voy a decir a la religiosa? ¿Y ella que me dirá? Pero si yo antes era atea, soy una gran pecadora, no puedo ser digna de esto. Y por un momento de arrepentí y casi le dije a la maestra que no enviara el mensaje de texto. La monja (hermana de mi maestra) quedó de hablar conmigo en persona cuando viniera de vacaciones en diciembre al pueblo. Yo me sentí un tanto angustiada. En diciembre no pude conocer a la monja pero ella me mandó en su lugar a su prima, la madre María. Después de charlar con ella mi inquietud por la vida religiosa ya era como un aguijón difícil de sacar. Meses más tarde la madre vino a mi pueblo con sus novicias (la madre es hasta la fecha maestra de novicias) a organizar un retiro juvenil y me invitó. Yo quería y no quería ir. Cuando llegué no vi a las hermanas y sentí ganas de echarme a correr. Después de todo, ¿qué hacía yo ahí siendo tan pecadora? Pero apareció de pronto la madre y ya no pude huir. Me gustó mucho el retiro y me decidí a asistir al próximo pero ya no sola, invitaría  a mis amigos. Luego de unos meses me invitaron a otro retiro pero no ya juvenil ni en le parroquia, sino a un retiro vocacional en el convento. Acepté un poco temerosa pero también con grandísima alegría. Entonces enfermé de varicela un día antes del retiro y me quedé en casa llorando. Un mes después me invitaron a la previda religiosa y entonces sí pude ir. Fue una hermosa experiencia. Después de lo vivido, opté por seguir a Jesús de manera más radical  y me esforcé con todo para no volver a pecar contra la castidad con pensamientos, ni con lecturas y mucho menos con actos, y aunque las tentaciones eran fuertes al cabo de seis meses logré dejar todo tipo de lujuria. Me propuse ser casta y pura. Y Dios me dio su gracia para cumplirlo. Luego conocí a las monjas de clasusura e hice con ellas una experiencia. Me fascinó el claustro, no pensé que se pudiera ser tan feliz en un lugar como ese. Ahí sentí con más fuerza que nunca el llamado del Señor, ahí me convencí de ello. Platiqué a solas con una hermana, que me hizo algunas preguntas y me dijo: te he estado observando desde que llegaste y veo algo en ti, creo que tienes vocación religiosa, y la verdad me gustas mucho para Jesús. Yo pensé: ¡si supiera lo pecadora que fui! Le expresé que no me sentía digna de algo tan grande y le dije ¿usted cree que todos podemos ser dignos? Ella replicó: hija, humanamente nadie es digno de la vocación, pero a pesar de nuestras miserias Dios nos escoge y nos da su gracia. Mira, Jesús no quiere que seas de Juan, ni de Carlos, ni de Luis… Jesús quiere que seas sólo de él. Quise llorar, me sentí tan amada por Dios, tan feliz de su llamado, parecía que había sido el mismo Cristo y no la hermana quien me había hablado. A partir de entonces comencé a confesarme, a comulgar, a orar con frecuencia, a leer cosas edificantes, no faltaba a misa, y me sentía tan locamente enamorada de Jesús que ya no me importaba nada, ni siquiera mi gran pasión por escribir. Sólo lo quería a Él, a  Él buscaba siempre. Comencé a servirlo en algunos apostolados porque quería hacer algo por Él. Vi la película de Clara y Francisco y ardía en deseos de ser pobre, de no tener nada, de darlo todo, de vivir la castidad de manera más perfecta posible pues ahora me parecía hermosa. Leí la vida de santa Fasutina Kowalska que me anduvo persiguiendo hasta que le di el sí al Señor (por todos lados a donde iba me topaba con sus reliquias o con su foto) y luego leí Historia de un Alma, que me hizo crecer mucho espiritualmente y me transformó. A veces todavía tenía la tentación de creer que Dios no podía estar llamándome porque había sido atea y muy impura. Pero un día lo consulté con un sacerdote que me dijo que leyera la vida de san Agustín y que no temiera por mis errores del pasado pues “el Señor te quiere santa, y de las grandes” esto me consoló y cuando leí la vida de santa Teresa Benedicta de la Cruz me sentí muy identificada. Tuve varias experiencias místicas e hice una experiencia de semana santa con la primera congregación que conocí, luego de eso le dije a mis papás que me dieran su permiso para consagrarme a Dios… mi mamá lloró mucho y mi papá trató de convencerme de  que siendo laica también  podría servir a Dios. Un mes, y fui a la previda no sin dificultades. Por ser menor de edad y por no tener permiso de mis padres no pude ingresar en julio del año pasado a la congregación. Fue muy duro y lloré muchísimo. A veces aún lloró, me deprimí.

Hace no mucho que a través de una red social me comuniqué con un primo que vive en EUA y que tengo años de no ver. Me llevé una gran sorpresa cuando él me dijo que se iría a Italia a un seminario, me confió además que él era drogadicto y cómo Dios lo sanó y lo llamó para ser sacerdote. No podía creer que mi primo estuviera en una situación tan similar a la mía!!!

Ahora estoy en la noche oscura aprendiendo a sufrir por amor (lo cual me ha costado mucho) y con la certeza de que Dios me está purificando para después poder ingresar. He conocido varias congregaciones pero aun no me decido por alguna. Hoy trato de evangelizar a muchos de mis compañeros de preparatoria ya que la mayoría son ateos o católicos no practicantes. No ha sido fácil vivir la noche oscura pero los escritos de san Alfonso María de Ligorio sobre la vocación, y las vidas de muchos santos me han sacado adelante. Después de mis horrorosos pecados del pasado, hoy soy muy feliz al lado de mi Señor, a quien amo por encima de todo y a quien pienso entregar mi vida entera. Quisiera que todos los que son como era yo, lleguen a conocerlo y amarlo. Quiero seguir sufriendo por Jesús y quiero ser santa. Actualmente le pido que me de la gracia de compartir con él la cruz y que me muestre la congregación que él desea para mí. Quiero morir diciéndole que lo amo, y quiero amarlo hasta el extremo, hasta con la ultima fibra de mi ser.

Hermano, muchas gracias por tu blog y por leer esto, Dios te bendiga… Oro por ti.

miércoles, 26 de junio de 2013

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miércoles, 12 de junio de 2013

Las monjas son las mujeres más felices

El mundo piensa que las monjas de clausura son mujeres que viven una vida triste e infeliz. El mundo no comprende los asuntos espirituales, razón por la cual hace estos planteamientos erróneos.

Hace tiempo visité a las monjas de clausura de la rama contemplativa de las Servidoras (el Instituto 'Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará' - SSVM). Fue una experiencia asombrosa entrar en el oratorio y ver a las hermanas más allá de la reja. Eran casi todas jóvenes, y sus rostros irradiaban una gran alegría interior. Charlar con ellas fue muy interesante, y el tiempo se fue rápidamente volando. Estuvieron sumamente gentiles y afables. La caridad fraterna la practican habitualmente con la oración y la penitencia en favor de las ánimas. Este apostolado que llevan a cabo, aunque más “oculto”, es muy importante para la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo.

Estoy convencido de que la pertenencia de las hermanas a órdenes religiosas fervorosas y devotas les hacen ser las mujeres más felices de la tierra. Por desgracia, el mundo no puede llegar a comprender estas cosas...

martes, 28 de mayo de 2013

Vida espiritual

Me ha escrito una querida lectora que está sufriendo y tiene necesidad de ser alentada en la vida espiritual.

“Hola, tengo 38 años, me llamo [...] y estoy buscando alguien que me aconseje, que me dé algunas indicaciones: tantas veces he rechazado la Gracia a causa de mi frágil vocación, por motivos familiares y ¡¡¡¡¡ahora estoy confundida, inquieta y a veces me siento tan triste!!!!!

En estos momentos estoy escribiendo con el corazón lleno de tristeza y no se qué hacer, cómo comportarme, también porque estoy viviendo un periodo muy malo: no solamente siento tener poca fe, sino que mi familia y yo estamos viviendo momentos difíciles [...]. ¡Qué Dios nos conceda la gracia de superar todo esto!...

Por favor, espero con confianza una respuesta vuestra.


Queridísima hermana en Cristo,
                                                    en privado te envié una larga carta de consuelo para tu alma, porque me apena saber que tu corazón está lleno de tristeza. Cuando nos sentimos abatidos, la mejor cosa que podemos hacer es refugiarnos en las manos de Dios que puede confortarnos plenamente. Los santos, en medio de tantas tribulaciones de toda clase, encontraban consuelo abandonándose al amor misericordioso de la Santísima Trinidad.

Cuando te sientas triste y tengas necesidad de alguno con quien hablar de temas espirituales, no dejes de escribirme. No te preocupes, no es para mí una molestia, es más, es una alegría poder hablar de cosas devotas y virtuosas. San Francisco de Sales aconsejaba a los seglares de cultivar amistades espirituales, porque de este modo se animaban mutuamente en la práctica de la virtud cristiana. En los momentos de desconsuelo, debemos recordar que en este valle de lágrimas estamos sólo de paso y que pronto nuestra vida terminará. Y si habremos sido fieles al Buen Jesús, podremos finalmente vivir en el gozo por toda la eternidad. Decía San Francisco: "Tanto es lo que espero, que toda pena me es querida". Además si aceptamos con alegría o al menos con resignación los sufrimientos de cada día, podemos ofrecerlo a Dios por la conversión de las almas redimidas por la Sangre de Cristo. Coraje, no te desanimes, Jesús y María no te abandonarán jamás. Permanecemos unidos en la oración y si quieres, también por carta.

Aprovecho la ocasión para saludarte fraternalmente en Cristo Rey y María Corredentora del género humano.

Cordialiter

domingo, 12 de mayo de 2013

De “estrella” de cine a monja

La historia de las vocaciones son todas bellas, porque son todas historias de amor. Aun asi, algunas vocaciones suscitan estupor porque implican personajes famosos.

Dolores Hart era una joven ”star” de Hollywood, su belleza atraia multitudes a las billeterías de los cines; los directores estaban dispuestos a dar montañas de dinero por hacerla actuar en sus propias películas. Exitos, joyas, placeres, pasatiempos, diversiones... tenía prácticamente todo lo que podían desear los mundanos.

Vanitas vanitatum, vanidad de vanidades, todo es vanidad, menos amar a Dios y servirlo a El solo. Los bienes del mundo no pueden saciar el corazón humano, que ha sido creado solo para amar a Dios y está inquieto hasta que no descanse en El. La Virgen, que es mediadora de todas las gracias, velaba sobre Dolores, y el Divino Redentor la queria como su casta esposa.

La joven y rubia actrís representó la parte de Santa Clara en un film sobre San Francisco de Asis (las dos fotos del post están sacadas de esta película) y tuvo ocasión de encontrar el Sumo Pontífice. Poco después comprendió que Jesús la llamaba a vivir en la clasura del monasterio de la Abadía "Regina Laudis" en Connecticut (Estados Unidos). Entre el estupor y el clamor de los mass media y de la opinión pública internacional, dejó todo y tomó el hábito de religiosa benedictina. En el silencio y en el recogimiento de la clausura, finalmente se sentía verdaderamente felíz.

viernes, 26 de abril de 2013

Religiosas marianas

Además de los tradicionales votos de pobreza, castidad y obediencia, las Servidoras profesan un cuarto voto de esclavitud mariana según la espiritualidad de San Luís María Grignon de Monfort, el gran apóstol de la devoción a la Virgen.

En virtud de este voto, las Servidoras ya no se pertenecen a sí mismas, sino que se convierten en “propiedad privada” de la Reina del Cielo, la cual puede disponer de sus “esclavas” según su voluntad, haciendo escuchar su voz por medio de la obediencia a los superiores. Mediante este voto, las Servidoras ofrecen todos sus bienes y se ofrecen ellas mismas a María y, a través de Ella, a Jesús. Es decir, ofrecen a Jesús por medio de María su cuerpo, su alma, sus bienes exteriores, sus buenas obras, pasadas presentes y futuras, con todo su valor satisfactorio y meritorio, para que Ella disponga de todo según su beneplácito. El fruto de esta consagración a la Virgen es “marianizar” enteramente la propia vida, haciéndolo todo a través de María, con María, en María y por María, para servir mejor a Jesucristo.

El fin último del hombre solamente es Dios, pero mediante la Virgen resulta más fácil llegar a Él. Por eso, si queremos acercar el mayor número posible de almas a Dios, debemos difundir al máximo la devoción a la Reina del Cielo. Ella es la Corredentora del género humano y la Mediatora de todas las gracias que el Señor nos concede, por lo tanto aciertan las Servidoras a donarse completamente a Ella con el voto de esclavitud mariana. No hay que temer ningún miedo. En el fondo, se trata de una esclavitud de amor, puesto que la Virgen no es una tirana, sino la más tierna y amorosa de todas las madres.

viernes, 12 de abril de 2013

Ser monja

Una joven francesa que deseaba hacese religiosa, tiempo atrás me ha escrito para pedirme información sobre una determinada Congregación religiosa. Como siempre he respondido con mucho gusto, animado de una frase suya según la cual este blog es una gran ayuda para la vida espiritual (Je vois que tu continues à mettre de nombreux articles sur ton blog et je t'en remercie car c'est vraiment d'une grande aide pour la vie spirituelle).

Viendo que el blog le gusta tanto, pensé darle una sorpresa escriviéndole una “carta abierta”:

Querida hermana en Cristo,
                                              soy muy felíz de saber que el blog sobre la vocación religiosa sea de ayuda para la vida espiritual. Amo el Redentor y deseo que El sea amado también por los demás, y es por este motivo que me esfuerzo de publicar un articulo cada día, para que las personas que arden del amor de Dios puedan leer cuotidianamente algún pensamiento espiritual que eleve el espíritu. El sitio ya recibe numerosas visitas y pienso que el mérito de este resultado es sobretodo de vosotros, lectores, porque gracias a vuestros mails alcanzo a enriquecer el blog con hermosos pensamientos espirituales que hacen bien al alma. Por ejemplo, me gustan mucho las palabras de amor por Dios que me has escrito en una de tus primeras cartas. Quiero recordarlas nuevamente porque son muy bellas: “Mi deseo más grande es el de consolar a Jesús, curar sus llagas, adorarlo, enjugar sus lágrimas, pasar mi vida con El, darle todo, no quedarme con nada y sacrificar todo por su amor, vivir de El, para El, en El; amarlo hasta fundirme completamente en El, contemplarlo, suplicarle por la salvación de los pecadores, de conciliar su misericordia, de darles a ellos la fe. Quiero consolar a Jesús por todos los ultrajes que recibe Su Sagrado Corazón y el Inmaculado Corazón de su Madre. Si pudiera, me gustaría hacerle olvidar todos sus sufrimientos, enjugar las lágrimas que ha derramado por nosotros.” 

Querida en Cristo, es una gran alegría ver que ardes de amor por el Divino Redentor espero con todo el corazón que puedas pronto donarte a El abrazando la vida religiosa. Ya lo he dicho a alguien antes, pero te lo quiero repetir a ti: eres una persona muy espiritual y con una conciencia muy delicada, por lo tanto pon atención en no ofender a Dios con el pecado. Según mi parecer, no eres una persona para vivir en el mundo donde mandan los aprovechadores sin escrúpulos, o sea las personas que viven como si Dios no existiera. En el mundo hay tantos peligros para el alma, mientras que en un monasterio de estricta observancia creo que te encontrarás bien y que podrás dedicarte con más ardor a amar al Buen Jesús, llegando de este modo a salvar tu alma y también a hacerte santa.

Las historias vocacionales son todas hermosas porque son todas historias de amor, pero tu historia me ha gustado de modo particular porque eres una persona convertida que ha sufrido tanto a causa de tu amor por Jesús. Otra cosa que aprecio mucho es tu amor por la Sagrada Liturgia, y aprovecho la ocasión para darte una información que te gustará: también otros tantos lectores del blog tienen nuestros mismos gustos litúrgicos. Espero vivamente que tu puedas pronto hacer alguna experiencia vocacional para comprender en cuál Orden religioso te está llamando el Señor. Sería maravilloso si tu pudieras abandonar el mundo ya en el 2011, para abrazar una fervorosa vida religiosa en algún monasterio observante.

Te animo a ponerte pronto en contacto con algunas de las Ordenes que te atraen más para poder acordar los días en los cuales puedes hacer una experiencia vocacional. Mientras, les pido a todos los lectores de rogar a Nuestra Señora de las Victorias para que te ayude a ser esposa de Su hijo, que es el fin último de nuestra vida.

Au revoir

Cordialiter

viernes, 29 de marzo de 2013

Ejercicios de San Ignacio de Loyola

Transcribo la carta de una lectora del blog vocacional en italiano a la que he aconsejado participar a los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola.

Soy una mujer joven, me llamo (...), desde niña me fascinaba la imagen de Jesús. Habitualmente frecuentaba la iglesia acompañando a mi abuela. Era una niña muy vivaz, recuerdo que cuando iba a Misa me quedaba como encantada ante el Crucifijo, lo miraba fijamente durante todo el tiempo que podía quedarme (...). Actualmente trabajo en la sala de quirófano del policlínico de (...). No voy a Misa habitualmente. Desde la última vez que me he confesado han pasado varios meses. Tenía urgencia de abrir mi corazón. Siento que tengo necesidad de ayuda y no se cómo hacer. Me conmueve y enternece la Misericordia de Dios, siento la gracia y el consuelo. Me toca y preocupa mucho el cuidado de los más necesitados, viendo en ellos a Jesús. Mi conflicto interior es grande. Pero ¿por dónde empezar? Me interrogo continuamente. Pido a Jesús que me indique el camino y que me sostenga. Pero después temo que sea solamente una ilusión mía y me deprimo. Cuando estoy a la escucha, con Jesús, mi corazón exalta de alegría. Pero me siento indigna. Soberbia. Me pierdo dentro de mi misma. Tengo necesidad de un camino de fe y de un padre espiritual.
(Carta firmada)

Querida hermana en Cristo,
                                            te agradezco que me hayas escrito. Antes que nada debo decirte que tengo mucha esperanza en que tu futuro estará lleno de alegría. ¿Sabes por qué? En tu carta se ve claramente que tienes tanta nostalgia de Jesús, y visto que sientes el deseo de volver a Él, conduciendo una vida más fervorosa, esto me da confianza sobre tu futuro. San Agustín, en su juventud, condujo una vida desordenada, pero después entendió que hemos sido creados para amar a Dios, y nuestro corazón está inquieto hasta que no repose en Él. Las culpas que hayas cometido no deben atemorizarte, pues serán canceladas para siempre en la Confesión. Recuerda que el Señor es incapaz de alejar a una persona que vuelve a Él con el corazón sinceramente arrepentido. No es fácil encontrar a un buen director espiritual, puesto que es necesario que sea sabio, caritativo y prudente. Visto que vives en (...), te aconsejo que contactes a los Padres (...). He oído hablar muy bien de ellos. ¿Qué debes hacer por el momento? Intenta dedicar cada día un poco de tiempo a la oración, que es el oxigeno del alma. También es muy útil rezar el Rosario: debes efectivamente cultivar una gran devoción a la Virgen, que además de ser la Madre de Dios es también Madre nuestra e intercede por nosotros ante Dios.

Intenta hacer un poco de lectura espiritual cada día. A este propósito, te aconsejo leer "Las glorias de María" y "La Práctica de amor a Jesucristo" ambos escritos por San Alfonso María de Ligorio. Cada domingo debes de ir y asistir a la Santa Misa, la cual es la renovación incruenta del Santo Sacrificio del Calvario. Cuando te sientas sin ganas de ir, recuerda que deber hacerlo por agradar a Jesús. Él lo quiere. Desgraciadamente, con frecuencia hoy en día, las Misas se celebran mal y con muchos abusos litúrgicos, por lo tanto intenta frecuentar iglesias donde la Misa se celebre con devoción y sentido de lo sagrado. Intenta tomarte algunos días de vacaciones para seguir los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola organizados por el Instituto del Verbo Encarnado o por las Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará. Estos ejercicios te darán un fuerte empuje en tu vida espiritual y te ayudarán a elegir el estado de vida que Dios tiene diseñado para ti.

Seguramente te habrás dado cuenta de que las cosas de la tierra no pueden satisfacer el corazón humano: trabajo, dinero, viajes, diversiones, amistades frívolas y todas las cosas mundanas no son más que vanidad de vanidades y pronto desaparecen. Debemos pensar sólo en vivir como buenos cristianos y en salvar eternamente nuestra alma, para poder ir al Cielo y amar a Dios para siempre. Éste es un momento importantísimo de tu vida, el Señor te está haciendo sentir el deseo de la conversión y de una vida cristiana más intensa. ¿Cuál es su proyecto para ti? Yo no conozco los secretos decretos divinos, pero te digo claramente que espero mucho que el buen Jesús pueda tomarte toda para Él en algún orden religioso observante. Una cosa es ser la esposa de un hombre en la tierra, otra muy distinta es ser la esposa de Jesucristo. Yo creo que las mujeres más felices de la tierra son aquellas que lo han abandonado todo para vivir unidas al Señor en algún orden religioso fervoroso. Los hombres de la tierra frecuentemente maltratan y traicionan a sus mujeres, mientras que Jesús da tanta alegría y paz interior a sus esposas fieles, eso es: a las que lo aman con un corazón entero sin divisiones.

Querida hermana en Cristo, nuestra vida en este valle de lágrimas es una continua batalla espiritual para salvar nuestra alma. Ten valor, con la ayuda de Dios y de la Virgen cada uno de nosotros puede lograr alcanzar la Patria Celeste. Debemos amar a la Santísima Trinidad con todo nuestro corazón y con todas nuestras fuerzas. Si no amamos a Dios, ¿qué hacemos es esta tierra? Tendría tantas cosas más que decirte, pero por el momento me paro aquí.

Espero haberte podido ayudar en algo, no dudes escribirme si tienes alguna pregunta que hacerme o también si sólo deseas un poco de ayuda y animo en tu vida espiritual.

Aprovecho la ocasión para enviarte mis más cordiales saludos en Jesús y María,

Cordialiter

viernes, 22 de febrero de 2013

¿Te gustaría ser monja?

¿Te gustaría ser monja? Consejos de escribr a las "Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará". Entre las congregaciones religiosas en fuerte expansión está la de las “Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará”, rama femenina de la Familia Religiosa del Verbo Encarnado, que en pocos años ha superado las mil y continúa suscitando más interés en las religiosas atraidas por la vida consagrada, basta pensar que tienen alrededor de 100 novicias y postulantes (por año), sin contar las aspirantes. Es un crecimiento en verdad extraordinario. Solo Dios puede ser el artífice de tal triunfo del amor.


Ser monja, el nuevo blog sobre la vocacion religiosa.

miércoles, 20 de febrero de 2013

¿Televisión en el monasterio?

La utilización del televisor en los conventos es un devastador medio de relajación de las órdenes religiosas. Si se utilizara de vez en cuando, para ver alguna película edificante o algún documental instructivo, su uso podría considerarse aceptable. Pero, en ciertos lugares, la TV es utilizada frecuentemente de manera indecorosa, convirtiéndose en el cáncer de las comunidades religiosas. Viendo ciertos programas televisivos se corre de verdad el riesgo de disipar el espíritu de fervor, mortificación, devoción y penitencia. Muy a menudo, las películas cuentas historias llenas de intrigas, chantajes, venganzas, pasiones, ligues, traiciones, y muchas cosas más que representan lo peor del mundo. Por no hablar de esos programas que exhiben mujeres vestidas de forma desvergonzada. Estas cosas no son para nada edificantes, y acaban inevitablemente por relajar el espíritu religioso.

Es una lástima: si alguien hace notar a los consagrados relajados que sería mejor apagar la tele, corre el riesgo de que le acusen de ser una persona demasiado intransigente. Afortunadamente, en las órdenes religiosas de estricta observancia, no hay televisión o, en el caso de que la hubiera, se utiliza raramente y con extremada prudencia. En estas comunidades, la información sobre lo qué ocurre en el mundo llega a través de revistas y periódicos católicos.

Deberíamos pedir a Santa Teresa de Lisieux que interceda para aquellos pobres religiosos que viven de manera relajada su vocación.

jueves, 7 de febrero de 2013

¿Te gustaría ser monja?

¿Te gustaría ser monja? Consejos de escribr a las "Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará". La mayoría de estas hermanas llenas de celo apostólico, son de vida activa pero también tienen monasterios de clausura en los que se lleva una vida contemplativa. Las Servidoras están presentes en varios países de lengua española: Argentina, España, Chile, Ecuador, Perù y Paraguay. A diferencia de otras congregaciones religiosas que no aceptan jóvenes que han alcanzado los 40 años, las Servidoras aceptan candidatas de todas las edades, si tienen signos concretos de vocación. Las jóvenes que no han logrado encontrar un buen director espiritual pueden igualmente hacer una experiencia vocacional en uno de sus noviciados, donde sarán ayudadas por la maestra de novicias a hacer un buen discernimiento. 



sábado, 26 de enero de 2013

Vida religiosa

Publico una carta que me escribió una lectora.

Hola!! :) Dios y la Virgencita lo o la bendigan por su blog, soy de Costa Rica estoy en acompañamiento vocacional en un convento apostolico que no es de extricta observancia, en mi corazón tengo un gran deseo de servir a los pobres, huérfanos y a la comunidad y a la iglesia, y predicar la palabra de Dios, solo que no estoy segura de si este tipo de orden es para mi, ya que me, llama mucho la atencion como viven en los monasterios contemplativos, pero aveces medito en la obediencia a Dios y en que la vocacion es un servicio y no lo q yo quiera pues deseo hacer, la voluntad de Dios sobretodo, y porque me gusta tambien el modo de como viven estas otras hermanas apesar de no ser contemplativas, ya que siguen a Jesus! Agradeceria su consejo y su oracion por mi.


Querida hermana en Cristo,
                                              soy italiano y no hablo bien el español. Estoy muy contento de saber que te sientes atraida por la vida consagrada y que te gustaría ser religiosa. En privado te he enviado algunos consejos.

 ¡Coraje, hay tanta necesidad de religiosas que busquen el bien de las almas y la mayor gloria de Dios! El enemigo del género humano hará de todo para que no elijas el estado de vida que Dios quiere para ti, pero debes resistir con ardor y combatir como un soldado valoroso. Espero que puedas elegir el estado de vida al cual Dios te llama. Para ser religiosa es necesario superar tantas dificultades, pero vale la pena.

Permanezco a tu disposición para cualquier otra consulta y aprovecho la ocasión para animarte en tu hermoso propósito de consagración religiosa. Te saludo cordialmente en Cristo Rey y en María, Mediadora de todas las gracias.

Cordialiter

sábado, 12 de enero de 2013

Salvado por la Virgen María

San Alfonso Maria de Ligorio cuenta en “Las Glorias de María”, el siguiente hecho que merece la pena ser divulgado lo más posible. Un día, mientras Santo Domingo estaba predicando en una ciudad francesa, le condujeron un hereje albigense, el cual había sido poseido por los demonios porque desacreditaba publicamente la devoción al Santísimo Rosario. Entonces Santo Domingo, en nombre de Dios obligó a los demonios a decir si eran cosas verdaderas las que predicaba en favor del Santo Rosario. Los espíritus infernales respondieron gritando que todo lo que Santo Domingo había dicho sobre la Virgen y el Rosario era verdad. Y agregaron que ellos no tenían ninguna fuerza contra los siervos de María y que en el momento de la muerte, muchas almas pecadoras se salvan invocando a la Beata Virgen. Finalmente dijeron que ellos habían sido obligados a decir que ninguna persona se condena si persevera en la devoción a María y al Rosario, porque María obtiene a los pecadores un sincero arrepentimiento antes de morir. Por lo tanto Santo Domingo hizo recitar al pueblo el Rosario, y ¡oh maravilla! a cada invocación a la Virgen, del cuerpo del hereje poseido salían muchos demonios en forma de carbones encendidos, hasta que terminado el Rosario, quedó completamente liberado. Delante de este hecho prodigioso se convirtieron muchos herejes.

viernes, 4 de enero de 2013

Consagrarse a Dios

Una joven italiana me ha escrito un hermosísima carta que ha intitulado “Consagrar mi vida a Dios”, y que quiero hacerles leer para vuestra edificación espiritual. Esta es la traducción:

Querido hermano,
                               Esta semana recibí una noticia maravillosa! En la dirección espiritual, mi director aceptó con alegría mi insistencia en consagrar mi vida al Señor. Me había aconsejado un poco de tiempo para discernirlo bien. En estos tres meses no falté un solo día a la Misa y recé con fervor para comprender que cosa quería el Señor de mí, de modo que pudiera cumplir Su voluntad del mejor modo. Ahora es clara en mí la conciencia de ser toda Suya. Jesucristo me ha seducido con Su extraordinaria belleza, con las palabras que cada día me da por medio de la Santa Misa, me ha conquistado con la comunión, ha tomado posesión de mi corazón y de mi alma. Y día a día me corteja, de mil modos. Poco a poco sustituye mi fragilidad humana y mi grandísima miseria. El pone a prueba mi fidelidad, pero Sanatás tienta, en todos los modos, de insinuar en mí la duda. Sucede sobretodo durante la adoración Eucarística, el momento que espero con ansias, como la novia que corre hacia el enamorado para estar junto a él. Busca destruirme con la sospecha de que son mis deseos, que yo soy muy estúpida y débil para poder unirme a Jesús consagrándole mi vida. Pero el Buen Dios conoce nuestro corazón y nuestra fragilidad y no nos prueba más allá de nuestras fuerzas. Con Su gracia, vuelvo a levantarme, más fuerte que antes y más convencida. Por lo tanto comprendo que la prueba es una gracia que el Señor nos concede, porque estrechando su mano y mediante Su fuerza, nos unimos más fuerte que antes. Me enamoro de El cada día más. Por la mañana lo siento muy cerca como solo un enamorado lo puede hacer. Me llena de atenciones durante todo el día, me invade su ternura cada vez que pienso en El y pronuncio su dulcísimo nombre. Por lo tanto, te estarás preguntando cual sea la buena noticia: le he dicho a mi director espiritual que no podré estar por mucho tiempo en el mundo, por lo tanto solicitaba la fundación del nuevo orden, del cual hablábamos. Y él me ha dicho que antes del verano iniciarán los trabajos de construcción de la Iglesia en el centro de [...] y allí surgirá el monasterio. La Madre Celeste le hará comprender como quiere que sea esta Orden. Soy tan felíz que no puedo estar en mí, literalmente: mi alma parece que quiere tomar vuelo hacia la patria celeste. Por el momento nadie conoce mi vocación, solo mi director y la amiga de la cual te hablaba, también ella, llamada a la vida consagrada.

Mi madre ha comenzado a sospechar algo, pero todavía no le he dicho una palabra sobre el asunto. Hace algunos días atrás, ella me preguntaba qué cosa eran estos secretos que tengo con el Padre A., viendo que desde hace tres meses hablamos más seguido. Me preguntó si quería hacerme religiosa, le sugerí de preguntárselo a Dios. Ella está haciendo mi mismo camino de fe, con la diferencia que siempre ha estado cerca del Señor y gracias a sus oraciones Dios me ha atraido a Sí. Además siempe deseó un hijo sacerdote, por lo tanto me esperaba una reacción muy diversa. Me dijo que no debo hacerme religiosa (cuando la gente habla de “hacerse religiosa o monja” lo hace de modo despectivo); que yo tengo que tener una familia, que no soy capaz de vivir encerrada y que a Dios lo puedo amar también así. Esperé que se fuera, para esconder las lágrimas. No le he dicho una sola palabra de mi asunto, pero ahora temo el día que deberé hablarles a los míos. Mis amigos seguramente se me reirán en la cara y me darán la espalda, los parientes no comprenderán y me tomarán el pelo. Quizá Jesús lo quiere así. Soy una persona muy sensible y no soporto el experimentar dolor por cada estupidez, pero con Jesús estoy dispuesta a enfrentar todos los adversarios. Si El me quiere como esposa, nadie en el mundo podrá oponerse a Su voluntad.

Por mí y por este proyecto de vida, te pido tantas oraciones. Lo recompensaré ciertamente.

Un gran saludo en Jesús y María,
(carta firmada)