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jueves, 15 de marzo de 2018

Recibir a Cristo en la Santa Comunión

Publico parte de una carta que me escribió una lectora de Rumania.

Querido D.,
                    aun no terminé de leer “Historia de una alma”, estoy aun en el capítulo del viaje de Santa Teresa a Roma. No tengo tanto tiempo para leer durante la semana de trabajo. Ha sido una semana muy agotadora, y aun no he podido escuchar las meditaciones de San Alfonso, porque quiero estar relajada para poder concentrarme; no quiero escucharlas distraidamente. Quiero “comer” toda la buena lectura que puede nutrir mi alma y enseñarme a vivir mejor en el amor de Dios. He buscado por internet esta semana, pero no encuentro ningún libro de San Alfonso en rumeno. Comprendo el italiano, no hay problema, pero no es lo mismo que leer en la propia lengua. Además he leido en tu blog que una joven ha leido el Diario de Santa Faustina. Encontré el libro en mi lengua y lo compré. Son 600 páginas, pero comenzaré a leerlo cuando termines “Historia de un alma”. Soy curiosa de saber como han descubierto estos santos la vocación, cómo han decidido decir “Sí”, qué dificultades han tenido, qué tentaciones, etc. El diario de una santa o de un santo es el mejor modo de saberlo.

He visto algún film religioso y me doy cuenta la importancia que tenía la Eucartistía cien años atrás. Qué preparación hacían los niños para recibir a Jesús, qué deseo en sus corazones... y qué privilegio para ellos el recibir a Cristo en la Santa Comunión en ocasion de las grandes fiestas. Y nosotros... que tenemos la posibilidad de recibirlo cada día... cómo vivimos este momento? Con un fuego dentro del corazón que desea y espera a Jesús o es sólo una costumbre? […] Tendríamos que tomas más en serio este Sacramento. Es mejor recibirlo una vez a la semana, o al mes, pero hacerlo bien, que recibir a Cristo con manchas de pecado... somos tan frágiles... y además... son tantas las personas que van a la Iglesia a rezar a las estatuas y los íconos y se olvidan de mirar a Jesús en el Sagrario, donde está Jesús que los espera […] No recuerdo donde lo lei, pero había una persona que iba cada día a la Iglesia y miraba el Sagrario sin decir nada. Alguien le preguntó que cosa estaba haciendo y respondió: “Yo lo miro y El me mira”. Qué simple respuesta, llena de fe. Es verdad, tenemos que ser más concientes de Su presencia en nuestra vida. Ahora busco recordar de hacer la oración antes de comer. Imaginando que El está cerca mío y espera que yo le pida bendecir lo que El me ha dado con tanto amor. Tantos pensamientos...

Escucha... El que busca en googIe la palabra “vocación” es porque quiere saber que cosa es. Así encontré tu blog... por ahora no se cuál es mi vocación y busco crecer en la fe, mejorar mi tiempo de oración y conocer mejor a Jesús, después...quién sabe?

[...] Pienso abrir un blog en rumeno similar al tuyo... porque si quieres saber algo de la vocación en mi lengua, no encuentras nada. Estoy indecisa, es una gran responsabilidad.

Gracias por tu saludo [...] Fui un poco dura contigo en la primera carta. ;)

Dios te bendiga con su amor infinito!
(Carta firmada)