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miércoles, 28 de agosto de 2013

Mi vocacion


Publico la carta que me envió una joven.

Hola cordialiter: 

Hace unos días, buscando respuestas en google, me tope con tu blog, es para mi hermoso ver que hay muchas personas que han recibido ese llamado, esa iniciativa de Dios, esa invitación a una relación más intima con el amado Jesús. Hace ya casi 2 años descubrí el plan de Dios para mi vida, preguntandole que quieres de mi?

La respuesta cambio mi vida para siempre, sentí el llamado, ese llamado tan fuerte que me hizo salir huyendo, como Jeremías, le hice batalla y el fue mas fuerte que yo... a cada duda una respuesta... el Señor después de tantas batallas y luchas, me sedujo como a tantos otro, me hizo querer su querer.... 

Claro que yo nunca imagine que Dios me había soñado para la vida religiosa, y por eso digo que la vocación es una iniciativa de Dios no del hombre, por lo menos en mi caso.

Hace uno meses le envie esta carta a la hermana encargada de las vocaciones, en la congregación donde sentí el llamado, deseo compartirla porque Dios inspiro en mi corazón estos deseos profundos, y para alentarnos mutuamente en este camino, al que Dios nos invito ...

Hola hermana:

Cuanto tiempo sin comunicarme, muchos meses...
Para ponerla al día en agosto termino mi licenciatura, y me piden como requisito 1 año de servicio social, para titularme... es la recta final de mi vida profesional...Aun así, no se hasta donde estoy haciendo lo correcto...sólo quiero terminar lo que inicie...mis Padres están felices.

Sigo pensando cada día en la vida religiosa, algunas veces con emoción, otras con incertidumbre, con seguridad, con dudas, queriendo evadirlo, con angustia...Tenía razón soy una persona indecisa, la inquietud y certeza surgió en semana santa del año pasado y sigo aquí...pero aún así, no dejo de pensar en ello...acostumbraba mucho a soÑar pero ya no quiero soñar, ya no puedo soñar, no quiero construir un mundo con mis propias manos, con mis propios ideales...

Estoy consiente de que tengo el derecho de decir un no al llamado vocacional, no estoy obligada a  dar un sí...Pero no quiero hacer aun lado la propuesta, no quiero decir que no...no quiero mis sueños, no necesito mis sueños, se que Dios sabe mejor que yo, como vivir la vida...se que lo que Dios tiene preparado para mí, es mejor de lo que yo puedo soñar, quiero sus sueños; quiero sus realidades...Anhelo ser coherente, dar testimonio vivo de Jesús...quiero morir a mi misma...quiero perderlo todo y encontralo todo entonces...no me interesa lo que me puedan ofrecer, no quiero una vida matrimonial, no quiero la solteria....he buscado respuestas en todos lados fuera de mí, pero mi corazón pide a gritos una respuesta afirmativa...un sí...

Me he sentido sola, pero Juan Pablo II, dice que no pensemos que estamos solos en esta decisión, que no seamos egoístas al tomar la decisión...la Eucaristía y la oración me mantiene de pie, me fortalecen... 

Madre entiendo lo difícil que es ser obendientes, pero que es la obediencia?, si a cambio encuentras la felicidad, la libertad y la vida eterna...que es el sufrimiento? si a cambio, se te ofrece un amor infinito, que son las lagrimas, si hay alguien que no se olvidaría nunca de enjuagarlas..qué es la soledad, si Dios te llama a estar con él siempre...qué es negarse a sí mismo, para encontrarse en realidad...que es morir? cuando la resurrección te hace una persona nueva...

Me preguntaron cual es la razón? porque quiero la  vida religiosa?...quiero con mi vida, remediar alguno de los males de este mundo..."mi pequeña gota en océano, pero si faltará esa gota,el océano no sería igual" y sólo Jesús puede decirme en donde le puedo servir más...y solo entiendo que el quiere que me consagre...Quiero la aventura de no ser dueño de ti mismo...ser como el agua que no sabe donde estará mañana, pero se deja llevar por una fuerza superior a ella, y así se convierte en fuente de vida...las mujeres somos portadoras de la vida, siendo así renuncio a concebir en mis entrañas, para ser fecunda en Cristo...

TE LO COMPARTO, Y ME ENCOMIENDO A SUS ORACIONES,

Y "CUANDO AVECES SIENTAS, NOSTALGIA Y OSCURIDAD PIENSA QUE ALGUIEN TIENE TU MISMO IDEAL"

El señor de amor y misericordia infinita, ilumine nuestras vidas...

Nuestra dulce madre, nos enseñe a dar un sí amoroso, a la voluntad de Dios

NO TENGAMOS MIEDO A DAR UN SI A CRISTO, UN SI A LA FELICIDAD DE HACER REALIDAD EN NUESTRAS VIDAS EL PROPÓSITO PARA EL CUAL DIOS NOS FORMO, NO TENGAMOS MIEDO AL HACER REALIDAD EL SUEÑO DE DIOS :)


ANIMO VOCACIONES, DIOS NOS INVITA A REMAR HONDO, EN LAS PROFUNDIDADES DE SU AMOR, NOS INVITA A LA TRASCENDENCIA, A ENCONTRAR SENTIDO A NUESTRAS VIDAS... A VIVIR VOLVER A ÉL, EN LA MORADA ETERNA...

UN SALUDO Y UN ABRAZO DESDE MÉXICO, LA TIERRA DE NUESTRA MADRE MARÍA SANTÍSIMA Y DE TODOS SUS HIJOS.

(Carta firmada)

viernes, 12 de julio de 2013

Vivir en un monasterio

He recibido una hermosa carta vocacional que quisiera hacerles leer.

Queridísimo hermano en Cristo,
                                                     soy una joven de 22 años, me llamo [...] por motivos de estudio vivo en [...], frecuento de hecho el tercer año de la facultad de enfermería... 
Hace algunos días conocí tu blog... Desde que era niña le dí mi corazón a Jesús deseosa de pertenecerle a El para siempre; siempre creí que un día entraría en alguna Orden religiosa pero no lo pensé mucho; mi pequeño voto personal hecho a Jesús y la vida que llevaba en la parroquia me bastaban, pero creciendo comencé a comprender que no podía ser siempre así y por esto comencé a rezar por mi vocación. Hace un año conocí un joven sacerdote [...] con quien ha nacido una hermosa amistad y gracias a él comencé a comprender mi vocación. El pasado mes de junio, después de tanta resistencia de mi parte ha logrado que participara de una Misa que él celebraba en un Monasterio de Monjas Carmelitas de [...]. Viéndolas a ellas, sentí claramente dentro de mi, que eso es lo que Jesús quería para mí, pero al inicio no podía aceptar ser llamada a este género de vida que hasta el momento ni siquiera conocía. Recién en septiembre pude hablar con este sacerdote de mi deseo de seguir a Jesús en un monasterio, pero él me aconsejó de terminar primero mis estudios y después decidir...

Durante estos nueve meses he sido cada vez más conciente de mi vocación, aunque permanece la duda de cuál pueda será la Orden conveniente para mí. Me han atraido mucho los Santos Carmelitas y esto me lleva a pensar que Jesús me está llamando al Carmelo. Estoy segura que en el momento decisivo de la elección será Jesús mismo a darme entender donde seguirlo, pero lo que más me tormenta es el hecho de que durante todo este tiempo no he podido hablar aun con mi familia. Se que su reacción será muy dura y esto me atemoriza. De qué modo les puedo comunicar mi decisión? Como deberé comportarme frente a su reacción? Yo no tengo un carácter muy fuerte y tengo miedo de ceder frente a este obstáculo, aunque se que deberé superar tantos obstáculos para llegar a donde Jesús me quiere. Conoces algún sacerdote en [...] que pueda guiarme en mi elección ayudar? Quisiera finalmente que me acompañes con tu oración. Un abrazo fraterno en Jesús y María!


Queridísima hermana en Cristo,               
                                                      te agradezco de corazón, he quedado muy edificado al leer tu hermosa carta vocacional. Graduarse en enfermería significa tener gran probabilidad de encontrar un honesto puesto de trabajo, pero para mí es verdaderamente de consuelo el saber que estas dispuesta a renunciar a todo para darte al Buen Jesús que es el fin último de tu vida. Has sido creada para conocer, amar y servir a Dios en esta tierra para después poderlo amar por toda la eternidad, después de la breve peregrinación en esta tierra. Es emocionante pensar que una joven como tu, encaminada a una segura carrera de trabajo haya podido escapar de los engaños del mundo y haya comprendido que lo que importa de verdad en esta tierra es amar y servir a El solo, mientras todo el resto es vanidad de vanidades. De qué sirve tener un buen sueldo, un hermoso auto o casa lujosa, si el corazón es infeliz porque no ha respondido a la vocación del Señor?

Enseña S. Alfonso Maria de Ligorio que si una persona tiene vocación no debe confiarla a los amigos ni a la familia, porque estos, en general suelen opornerse tenazmente. Por lo que respecta la elección del estado de vida no debemos obedecer a nuestros padres, por lo tanto si es necesario deberás escapar de casa para poder abrazar la vida religiosa como han hecho Santa Clara de Asís, Santa Teresa de Jesús, San Gerardo Maiella e tantos otros santos. Te aconsejo de continuar conservando en máxima reserva tu deseo de donarte a Dios, se lo dirás a tu familia solo poco tiempo antes de entrar al monasterio. Si se enojan, permanece en silencio y después, cuando llegue día fijado de iras a escondidas. Es necesario estar dispuestos a cualquier sacrificio para hacer la voluntad de Dios. En este tiempo, cuando regrese a tu casa, trata de hacer una vida retirada. Tus padres, al ver que rezas mucho, que ya no tienes conversaciones mundanas; que no usas maquillaje ni vestidos provocativos; que no miras programas televisivos que disipan, que no frecuentas amistades frívolas, comenzarán a comprender que eres una persona “distinta” de las demás, y estarán un poco más preparados cuando les hables de tu deseo de abandonar el mundo. Después de muchos meses, cuando llegue el momento justo, les podrías decir así: “Querida familia, les tengo que dar una hermosísima noticia.

Cada ser humano sobre esta tierra está en busca de su felicidad. Algunos piensan en encontrarla en las riquezas, otros en las discotecas, otros aun en el matrimonio. Despues de muchos meses de reflexión y algunos periodos de experiencia vocacional en un monasterio, he comprendido que mi felicidad está en vivir unida al Buen Jesús, por lo tanto he decidido abrazar la vida monástica...” Pero si piensas que tu familia enojarán y te maltratarán ciertamente, entonces no conviene decirles nada, sino dejarles una carta donde escriberás las cosas que te he sugerido antes , y después podrás irte a escondidas. Pero ahora la prioridad es otra, es necesario discernir si Jesús te desea en una Orden de vida contemplativa o de vida apostólica, después de lo cual será necesario comprender cuál Orden o Congregación a la cual eres llamada. El hecho de que eres una estudiante “fuera de serie” es una gran ventaja para ti, porque en estos meses que te separan de la graduación tienes la posibilidad de hacer breves experiencias vocacionales sin que ti familia se den cuenta. Si las religiosas de [...] te han atraido por su devoción, entonces puedes llamar o escribir a este Carmelo para pedir pasar algún día en su monasterio para meditar y reflexionar sobre tu vocación religiosa. Mejor para ti que has comprendido estas cosas, o sea, la importancia de cumplir la voluntda de Dios, aun a costa de encerrarte en un monasterio. Cualquier cosa con tal de vivir con Jesús! Pero ahora tienes que prepararte para el combate espiritual.

El siempre actual catecismo de San Pio X enseña que con la Confirmación has llegado a ser una perfecta cristiana y soldado de Jesucristo, o sea que el Espíritu Santo te da la fortaleza necesaria para superar cualquier dificultad espiritual. ¡Coraje! Esta vida es solo una prueba, debemos demostrar a Dios de amarlo verdaderamente y por amor suyo debemos estar dispuestos a superar cualquier prueba. Recuerda siempre lo que decía San Francisco: “¡Tanto es lo que espero, que toda pena me es querida!”

Permanezco a tu disposición para cualquier otra consulta y aprovecho la ocasión para animarte en tu hermoso propósito de consagración religiosa. Te saludo cordialmente en Cristo Rey y en María, Mediadora de todas las gracias.

Cordialiter

miércoles, 10 de julio de 2013

Conversión de una joven


Publico una carta que me escribió una joven.

Saludos, hermano en Cristo, ¡alabado sea Jesucristo!

Mi nombre es [...] y tengo 17 años, vivo en México. Me encanta leer tu blog y aunque temí y dudé mucho si debía o no escribirte me he decidido por fin a hacerlo para la mayor gloria de Dios. [...] Antes de ponerme a escribir le he pedido mucho al Señor y a María Santísima no escribir nada inapropiado y que el espíritu santo sea quien me inspire las palabras precisas. Bien, primero hablaré de mi conversión.

Yo, como san Agustín, era una grandísima pecadora, una blasfema. A los 14 años por la influencia de ciertos amigos y también a causa de lecturas obscenas (en aquellos tiempos yo me afanaba mucho en cumplir mi deseo que tenía desde los 8 años: ser una gran escritora, y por leer cuanto libro caía en mis manos terminé por pervertir mi corazón, leí no sólo filosofías extrañas y ateísmo sino también novelas inmorales, tantas ideologías corrompieron mi fe sencilla de niña). Pronto me declaré atea y mi frase favorita era “no hay Dios sino el hombre”, además alguien me dio un libro muy lujurioso que me hizo caer en pecados graves contra la pureza. Cambié muchísimo, antes de todo eso yo era una niña con una “fe normal”, una niña inocente y buena que sólo quería escribir. 

Pues bien, hoy agradezco a Dios que me preservó de caer en cosas aún peores. Seguí leyendo a los filósofos ateos y me decidí a estudiar un día filosofía y letras, escribía mucho, me hice adicta a las lecturas inmorales que antes me asustaban y daban asco, y hasta cometí actos impuros, me rebelé contra todo y en especial contra la religión. Sentía repugnancia y odio hacia la Iglesia Católica, y no creía en Dios en lo absoluto. No pisé la casa de Dios en mucho tiempo. Así transcurrió el tiempo, y me hundía cada vez más en la inmundicia y el pecado, me perdía cada día más en la oscuridad. Aclaro que desde que tengo memoria sentía en mi interior un pequeño vacío, una especie de hoyito en el corazón, algo sentía que me hacía falta, algo que debía descubrir; a veces en la soledad y el silencio me sentía con “nostalgia” pero no sabía de qué. Me sentía vacía. Pues con tantas miserias y por llevar una vida tan disipada, acabé por agrandar el hoyito en mi corazón y después de un tiempo y de que sucedieran en mi vida algunas desgracias, me sentía tan triste, vacía y miserable que apenas podía soportarlo (no sé cómo fue que no me suicidé). Por aquellos días un profesor de secundaria ya no regresó de las vacaciones, murió de repente y yo quedé muy impactada con la noticia. No era un profesor a quien yo quisiera mucho pero me había dado clase y me sentí triste por él. Me puse a pensar que yo vivía como si nunca fuera a morir y sin embargo un día mi vida terminaría y… ¿habría vivido sin sentido y sólo por instinto como un animal? No, sin duda no quería eso, yo vivía sin felicidad verdadera y de manera hedonista. Pero eso debía cambiar. No sabía cómo. Pero Dios tuvo misericordia de mí, a pesar de haberle ofendido tanto, y puso en mi camino a dos personas muy especiales. A los dos ya los conocía hace tiempo pero nunca había tenido amistad con ninguno. Eran mis compañeros de secundaria. Ellos me hablaron mucho de Dios pero yo los ignoré al principio, me invitaban de vez en cuando a los retiros de grupos juveniles. Si ellos me ayudaron a encontrar a Dios no fue tanto por sus palabras sino por su ejemplo. Discutíamos a veces sobre Dios y la religión. Pronto me enteré de que mis dos amigos querían irse al seminario y allí comenzó mi inquietud: me pregunté mucho ¿por qué? ¿Por qué los dos siendo tan jóvenes querían ir a “encerrarse” y a “perderse de tantas cosas”? ¿Qué tenía de atractivo el seminario y por qué iban a entregar sus vidas a algo que no existía según mi opinión?  Poco a poco me fui percatando de que al perder mi fe, había perdido también el sentido de mi vida. Por eso es que ya no soportaba vivir. Me di cuenta de que me estaba muriendo de sed y hambre a la mitad de un desierto. Pero Dios me envió su maná. Me envió a Cristo, su hijo. Me sentía tan devastada que no pude hacer más que llorar y echarme en los brazos de Dios, pedirle perdón y suplicarle su ayuda. Eso no fue en un momento específico sino que duró un tiempo, fue un proceso en el que sufrí mucho. De pronto caí en la cuenta de lo horrible de mis pecados, fue un arrepentimiento doloroso y verdadero, lloré bastante. No podía creer las aberraciones que había cometido. Tenía el corazón contrito. Leí un día el famoso poema “no me mueve mi Dios para quererte” y se puede decir que así reencontré el sentido de la fe (que como fin principal no está el de salvarse por miedo al infierno, sino AMAR A DIOS y comprender su amor por nosotros en el sacrificio en la cruz). Supe que en realidad siempre creí en Dios, yo sabía que en el fondo de mi corazón él estaba oculto pero era soberbia con mis conocimientos científicos y filosóficos. Como mi corazón estaba inquieto y ávido de tener a Dios, de que él fuera mi alimento, me puse a leer un poco sobre cosas espirituales. Rechacé todos mis libros obscenos y ateos que no he vuelto a leer y que pienso quemar pronto. Dios fue el único ser capaz de llenar mi corazón y de hacerme feliz. Mis amigos futuros seminaristas llevaban a veces a la escuela revistas católicas y me las prestaban, yo leía testimonios muy bonitos y veía fotografías de religiosas misioneras en África, lo cual me llamó poderosamente la atención. Nunca antes me habían atraído las monjas pero al verlas gastar sus vidas a favor de los más pobres y por amor a Jesucristo, sentí cierta atracción a ese estado de vida. Aunque así lo dejé porque yo no quería ser monja sino una gran escritora y filosofa. Conforme me daba cuenta de la grandeza de Dios, y conforme comprendía la fe, me sentía más indigna y arrepentida. Comencé a ir a misa y trataba de rezar. Un día uno de mis amigos (ahora seminarista) me dijo: oye, ¿no te gustaría ser monja? A lo que yo respondí algo molesta: claro que no, eso sería lo último que yo sería. No lo quise admitir pero con su propuesta me emocioné un poco, aunque no me comprendía: quería y no quería, ser religiosa me atraía pero a la vez más repugnaba. Yo tenía muchos prejuicios contra las monjas y la iglesia, era muy ignorante aún sobre religión. Pero Dios seguía insistiendo, por las noches yo rezaba y me parecía que el Señor me pedía que fuera sólo de él, yo luchaba interiormente con él y con mis sentimientos pues me negaba a renunciar a mi gran pasión de escribir. Un día platiqué con una maestra de mi secundaria (faltaban meses para acabar la secundaria) y me dijo que ella tenía una prima y una hermana religiosas. Yo me entusiasmé y ella que lo notó me dijo: te pondré en contacto con mi hermana. Dije a mi maestra: mi mamá no va a querer. No sé porqué lo dije, fue como un presentimiento que después se cumplió. Cuando vi que la maestra escribía un mensaje en su celular para su hermana me llené de espanto y me pasaron mil cosas por la mente: ¿qué le voy a decir a la religiosa? ¿Y ella que me dirá? Pero si yo antes era atea, soy una gran pecadora, no puedo ser digna de esto. Y por un momento de arrepentí y casi le dije a la maestra que no enviara el mensaje de texto. La monja (hermana de mi maestra) quedó de hablar conmigo en persona cuando viniera de vacaciones en diciembre al pueblo. Yo me sentí un tanto angustiada. En diciembre no pude conocer a la monja pero ella me mandó en su lugar a su prima, la madre María. Después de charlar con ella mi inquietud por la vida religiosa ya era como un aguijón difícil de sacar. Meses más tarde la madre vino a mi pueblo con sus novicias (la madre es hasta la fecha maestra de novicias) a organizar un retiro juvenil y me invitó. Yo quería y no quería ir. Cuando llegué no vi a las hermanas y sentí ganas de echarme a correr. Después de todo, ¿qué hacía yo ahí siendo tan pecadora? Pero apareció de pronto la madre y ya no pude huir. Me gustó mucho el retiro y me decidí a asistir al próximo pero ya no sola, invitaría  a mis amigos. Luego de unos meses me invitaron a otro retiro pero no ya juvenil ni en le parroquia, sino a un retiro vocacional en el convento. Acepté un poco temerosa pero también con grandísima alegría. Entonces enfermé de varicela un día antes del retiro y me quedé en casa llorando. Un mes después me invitaron a la previda religiosa y entonces sí pude ir. Fue una hermosa experiencia. Después de lo vivido, opté por seguir a Jesús de manera más radical  y me esforcé con todo para no volver a pecar contra la castidad con pensamientos, ni con lecturas y mucho menos con actos, y aunque las tentaciones eran fuertes al cabo de seis meses logré dejar todo tipo de lujuria. Me propuse ser casta y pura. Y Dios me dio su gracia para cumplirlo. Luego conocí a las monjas de clasusura e hice con ellas una experiencia. Me fascinó el claustro, no pensé que se pudiera ser tan feliz en un lugar como ese. Ahí sentí con más fuerza que nunca el llamado del Señor, ahí me convencí de ello. Platiqué a solas con una hermana, que me hizo algunas preguntas y me dijo: te he estado observando desde que llegaste y veo algo en ti, creo que tienes vocación religiosa, y la verdad me gustas mucho para Jesús. Yo pensé: ¡si supiera lo pecadora que fui! Le expresé que no me sentía digna de algo tan grande y le dije ¿usted cree que todos podemos ser dignos? Ella replicó: hija, humanamente nadie es digno de la vocación, pero a pesar de nuestras miserias Dios nos escoge y nos da su gracia. Mira, Jesús no quiere que seas de Juan, ni de Carlos, ni de Luis… Jesús quiere que seas sólo de él. Quise llorar, me sentí tan amada por Dios, tan feliz de su llamado, parecía que había sido el mismo Cristo y no la hermana quien me había hablado. A partir de entonces comencé a confesarme, a comulgar, a orar con frecuencia, a leer cosas edificantes, no faltaba a misa, y me sentía tan locamente enamorada de Jesús que ya no me importaba nada, ni siquiera mi gran pasión por escribir. Sólo lo quería a Él, a  Él buscaba siempre. Comencé a servirlo en algunos apostolados porque quería hacer algo por Él. Vi la película de Clara y Francisco y ardía en deseos de ser pobre, de no tener nada, de darlo todo, de vivir la castidad de manera más perfecta posible pues ahora me parecía hermosa. Leí la vida de santa Fasutina Kowalska que me anduvo persiguiendo hasta que le di el sí al Señor (por todos lados a donde iba me topaba con sus reliquias o con su foto) y luego leí Historia de un Alma, que me hizo crecer mucho espiritualmente y me transformó. A veces todavía tenía la tentación de creer que Dios no podía estar llamándome porque había sido atea y muy impura. Pero un día lo consulté con un sacerdote que me dijo que leyera la vida de san Agustín y que no temiera por mis errores del pasado pues “el Señor te quiere santa, y de las grandes” esto me consoló y cuando leí la vida de santa Teresa Benedicta de la Cruz me sentí muy identificada. Tuve varias experiencias místicas e hice una experiencia de semana santa con la primera congregación que conocí, luego de eso le dije a mis papás que me dieran su permiso para consagrarme a Dios… mi mamá lloró mucho y mi papá trató de convencerme de  que siendo laica también  podría servir a Dios. Un mes, y fui a la previda no sin dificultades. Por ser menor de edad y por no tener permiso de mis padres no pude ingresar en julio del año pasado a la congregación. Fue muy duro y lloré muchísimo. A veces aún lloró, me deprimí.

Hace no mucho que a través de una red social me comuniqué con un primo que vive en EUA y que tengo años de no ver. Me llevé una gran sorpresa cuando él me dijo que se iría a Italia a un seminario, me confió además que él era drogadicto y cómo Dios lo sanó y lo llamó para ser sacerdote. No podía creer que mi primo estuviera en una situación tan similar a la mía!!!

Ahora estoy en la noche oscura aprendiendo a sufrir por amor (lo cual me ha costado mucho) y con la certeza de que Dios me está purificando para después poder ingresar. He conocido varias congregaciones pero aun no me decido por alguna. Hoy trato de evangelizar a muchos de mis compañeros de preparatoria ya que la mayoría son ateos o católicos no practicantes. No ha sido fácil vivir la noche oscura pero los escritos de san Alfonso María de Ligorio sobre la vocación, y las vidas de muchos santos me han sacado adelante. Después de mis horrorosos pecados del pasado, hoy soy muy feliz al lado de mi Señor, a quien amo por encima de todo y a quien pienso entregar mi vida entera. Quisiera que todos los que son como era yo, lleguen a conocerlo y amarlo. Quiero seguir sufriendo por Jesús y quiero ser santa. Actualmente le pido que me de la gracia de compartir con él la cruz y que me muestre la congregación que él desea para mí. Quiero morir diciéndole que lo amo, y quiero amarlo hasta el extremo, hasta con la ultima fibra de mi ser.

Hermano, muchas gracias por tu blog y por leer esto, Dios te bendiga… Oro por ti.

miércoles, 26 de junio de 2013

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miércoles, 12 de junio de 2013

Las monjas son las mujeres más felices

El mundo piensa que las monjas de clausura son mujeres que viven una vida triste e infeliz. El mundo no comprende los asuntos espirituales, razón por la cual hace estos planteamientos erróneos.

Hace tiempo visité a las monjas de clausura de la rama contemplativa de las Servidoras (el Instituto 'Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará' - SSVM). Fue una experiencia asombrosa entrar en el oratorio y ver a las hermanas más allá de la reja. Eran casi todas jóvenes, y sus rostros irradiaban una gran alegría interior. Charlar con ellas fue muy interesante, y el tiempo se fue rápidamente volando. Estuvieron sumamente gentiles y afables. La caridad fraterna la practican habitualmente con la oración y la penitencia en favor de las ánimas. Este apostolado que llevan a cabo, aunque más “oculto”, es muy importante para la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo.

Estoy convencido de que la pertenencia de las hermanas a órdenes religiosas fervorosas y devotas les hacen ser las mujeres más felices de la tierra. Por desgracia, el mundo no puede llegar a comprender estas cosas...

martes, 28 de mayo de 2013

Vida espiritual

Me ha escrito una querida lectora que está sufriendo y tiene necesidad de ser alentada en la vida espiritual.

“Hola, tengo 38 años, me llamo [...] y estoy buscando alguien que me aconseje, que me dé algunas indicaciones: tantas veces he rechazado la Gracia a causa de mi frágil vocación, por motivos familiares y ¡¡¡¡¡ahora estoy confundida, inquieta y a veces me siento tan triste!!!!!

En estos momentos estoy escribiendo con el corazón lleno de tristeza y no se qué hacer, cómo comportarme, también porque estoy viviendo un periodo muy malo: no solamente siento tener poca fe, sino que mi familia y yo estamos viviendo momentos difíciles [...]. ¡Qué Dios nos conceda la gracia de superar todo esto!...

Por favor, espero con confianza una respuesta vuestra.


Queridísima hermana en Cristo,
                                                    en privado te envié una larga carta de consuelo para tu alma, porque me apena saber que tu corazón está lleno de tristeza. Cuando nos sentimos abatidos, la mejor cosa que podemos hacer es refugiarnos en las manos de Dios que puede confortarnos plenamente. Los santos, en medio de tantas tribulaciones de toda clase, encontraban consuelo abandonándose al amor misericordioso de la Santísima Trinidad.

Cuando te sientas triste y tengas necesidad de alguno con quien hablar de temas espirituales, no dejes de escribirme. No te preocupes, no es para mí una molestia, es más, es una alegría poder hablar de cosas devotas y virtuosas. San Francisco de Sales aconsejaba a los seglares de cultivar amistades espirituales, porque de este modo se animaban mutuamente en la práctica de la virtud cristiana. En los momentos de desconsuelo, debemos recordar que en este valle de lágrimas estamos sólo de paso y que pronto nuestra vida terminará. Y si habremos sido fieles al Buen Jesús, podremos finalmente vivir en el gozo por toda la eternidad. Decía San Francisco: "Tanto es lo que espero, que toda pena me es querida". Además si aceptamos con alegría o al menos con resignación los sufrimientos de cada día, podemos ofrecerlo a Dios por la conversión de las almas redimidas por la Sangre de Cristo. Coraje, no te desanimes, Jesús y María no te abandonarán jamás. Permanecemos unidos en la oración y si quieres, también por carta.

Aprovecho la ocasión para saludarte fraternalmente en Cristo Rey y María Corredentora del género humano.

Cordialiter

domingo, 12 de mayo de 2013

De “estrella” de cine a monja

La historia de las vocaciones son todas bellas, porque son todas historias de amor. Aun asi, algunas vocaciones suscitan estupor porque implican personajes famosos.

Dolores Hart era una joven ”star” de Hollywood, su belleza atraia multitudes a las billeterías de los cines; los directores estaban dispuestos a dar montañas de dinero por hacerla actuar en sus propias películas. Exitos, joyas, placeres, pasatiempos, diversiones... tenía prácticamente todo lo que podían desear los mundanos.

Vanitas vanitatum, vanidad de vanidades, todo es vanidad, menos amar a Dios y servirlo a El solo. Los bienes del mundo no pueden saciar el corazón humano, que ha sido creado solo para amar a Dios y está inquieto hasta que no descanse en El. La Virgen, que es mediadora de todas las gracias, velaba sobre Dolores, y el Divino Redentor la queria como su casta esposa.

La joven y rubia actrís representó la parte de Santa Clara en un film sobre San Francisco de Asis (las dos fotos del post están sacadas de esta película) y tuvo ocasión de encontrar el Sumo Pontífice. Poco después comprendió que Jesús la llamaba a vivir en la clasura del monasterio de la Abadía "Regina Laudis" en Connecticut (Estados Unidos). Entre el estupor y el clamor de los mass media y de la opinión pública internacional, dejó todo y tomó el hábito de religiosa benedictina. En el silencio y en el recogimiento de la clausura, finalmente se sentía verdaderamente felíz.

viernes, 26 de abril de 2013

Religiosas marianas

Además de los tradicionales votos de pobreza, castidad y obediencia, las Servidoras profesan un cuarto voto de esclavitud mariana según la espiritualidad de San Luís María Grignon de Monfort, el gran apóstol de la devoción a la Virgen.

En virtud de este voto, las Servidoras ya no se pertenecen a sí mismas, sino que se convierten en “propiedad privada” de la Reina del Cielo, la cual puede disponer de sus “esclavas” según su voluntad, haciendo escuchar su voz por medio de la obediencia a los superiores. Mediante este voto, las Servidoras ofrecen todos sus bienes y se ofrecen ellas mismas a María y, a través de Ella, a Jesús. Es decir, ofrecen a Jesús por medio de María su cuerpo, su alma, sus bienes exteriores, sus buenas obras, pasadas presentes y futuras, con todo su valor satisfactorio y meritorio, para que Ella disponga de todo según su beneplácito. El fruto de esta consagración a la Virgen es “marianizar” enteramente la propia vida, haciéndolo todo a través de María, con María, en María y por María, para servir mejor a Jesucristo.

El fin último del hombre solamente es Dios, pero mediante la Virgen resulta más fácil llegar a Él. Por eso, si queremos acercar el mayor número posible de almas a Dios, debemos difundir al máximo la devoción a la Reina del Cielo. Ella es la Corredentora del género humano y la Mediatora de todas las gracias que el Señor nos concede, por lo tanto aciertan las Servidoras a donarse completamente a Ella con el voto de esclavitud mariana. No hay que temer ningún miedo. En el fondo, se trata de una esclavitud de amor, puesto que la Virgen no es una tirana, sino la más tierna y amorosa de todas las madres.

viernes, 12 de abril de 2013

Ser monja

Una joven francesa que deseaba hacese religiosa, tiempo atrás me ha escrito para pedirme información sobre una determinada Congregación religiosa. Como siempre he respondido con mucho gusto, animado de una frase suya según la cual este blog es una gran ayuda para la vida espiritual (Je vois que tu continues à mettre de nombreux articles sur ton blog et je t'en remercie car c'est vraiment d'une grande aide pour la vie spirituelle).

Viendo que el blog le gusta tanto, pensé darle una sorpresa escriviéndole una “carta abierta”:

Querida hermana en Cristo,
                                              soy muy felíz de saber que el blog sobre la vocación religiosa sea de ayuda para la vida espiritual. Amo el Redentor y deseo que El sea amado también por los demás, y es por este motivo que me esfuerzo de publicar un articulo cada día, para que las personas que arden del amor de Dios puedan leer cuotidianamente algún pensamiento espiritual que eleve el espíritu. El sitio ya recibe numerosas visitas y pienso que el mérito de este resultado es sobretodo de vosotros, lectores, porque gracias a vuestros mails alcanzo a enriquecer el blog con hermosos pensamientos espirituales que hacen bien al alma. Por ejemplo, me gustan mucho las palabras de amor por Dios que me has escrito en una de tus primeras cartas. Quiero recordarlas nuevamente porque son muy bellas: “Mi deseo más grande es el de consolar a Jesús, curar sus llagas, adorarlo, enjugar sus lágrimas, pasar mi vida con El, darle todo, no quedarme con nada y sacrificar todo por su amor, vivir de El, para El, en El; amarlo hasta fundirme completamente en El, contemplarlo, suplicarle por la salvación de los pecadores, de conciliar su misericordia, de darles a ellos la fe. Quiero consolar a Jesús por todos los ultrajes que recibe Su Sagrado Corazón y el Inmaculado Corazón de su Madre. Si pudiera, me gustaría hacerle olvidar todos sus sufrimientos, enjugar las lágrimas que ha derramado por nosotros.” 

Querida en Cristo, es una gran alegría ver que ardes de amor por el Divino Redentor espero con todo el corazón que puedas pronto donarte a El abrazando la vida religiosa. Ya lo he dicho a alguien antes, pero te lo quiero repetir a ti: eres una persona muy espiritual y con una conciencia muy delicada, por lo tanto pon atención en no ofender a Dios con el pecado. Según mi parecer, no eres una persona para vivir en el mundo donde mandan los aprovechadores sin escrúpulos, o sea las personas que viven como si Dios no existiera. En el mundo hay tantos peligros para el alma, mientras que en un monasterio de estricta observancia creo que te encontrarás bien y que podrás dedicarte con más ardor a amar al Buen Jesús, llegando de este modo a salvar tu alma y también a hacerte santa.

Las historias vocacionales son todas hermosas porque son todas historias de amor, pero tu historia me ha gustado de modo particular porque eres una persona convertida que ha sufrido tanto a causa de tu amor por Jesús. Otra cosa que aprecio mucho es tu amor por la Sagrada Liturgia, y aprovecho la ocasión para darte una información que te gustará: también otros tantos lectores del blog tienen nuestros mismos gustos litúrgicos. Espero vivamente que tu puedas pronto hacer alguna experiencia vocacional para comprender en cuál Orden religioso te está llamando el Señor. Sería maravilloso si tu pudieras abandonar el mundo ya en el 2011, para abrazar una fervorosa vida religiosa en algún monasterio observante.

Te animo a ponerte pronto en contacto con algunas de las Ordenes que te atraen más para poder acordar los días en los cuales puedes hacer una experiencia vocacional. Mientras, les pido a todos los lectores de rogar a Nuestra Señora de las Victorias para que te ayude a ser esposa de Su hijo, que es el fin último de nuestra vida.

Au revoir

Cordialiter

viernes, 29 de marzo de 2013

Ejercicios de San Ignacio de Loyola

Transcribo la carta de una lectora del blog vocacional en italiano a la que he aconsejado participar a los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola.

Soy una mujer joven, me llamo (...), desde niña me fascinaba la imagen de Jesús. Habitualmente frecuentaba la iglesia acompañando a mi abuela. Era una niña muy vivaz, recuerdo que cuando iba a Misa me quedaba como encantada ante el Crucifijo, lo miraba fijamente durante todo el tiempo que podía quedarme (...). Actualmente trabajo en la sala de quirófano del policlínico de (...). No voy a Misa habitualmente. Desde la última vez que me he confesado han pasado varios meses. Tenía urgencia de abrir mi corazón. Siento que tengo necesidad de ayuda y no se cómo hacer. Me conmueve y enternece la Misericordia de Dios, siento la gracia y el consuelo. Me toca y preocupa mucho el cuidado de los más necesitados, viendo en ellos a Jesús. Mi conflicto interior es grande. Pero ¿por dónde empezar? Me interrogo continuamente. Pido a Jesús que me indique el camino y que me sostenga. Pero después temo que sea solamente una ilusión mía y me deprimo. Cuando estoy a la escucha, con Jesús, mi corazón exalta de alegría. Pero me siento indigna. Soberbia. Me pierdo dentro de mi misma. Tengo necesidad de un camino de fe y de un padre espiritual.
(Carta firmada)

Querida hermana en Cristo,
                                            te agradezco que me hayas escrito. Antes que nada debo decirte que tengo mucha esperanza en que tu futuro estará lleno de alegría. ¿Sabes por qué? En tu carta se ve claramente que tienes tanta nostalgia de Jesús, y visto que sientes el deseo de volver a Él, conduciendo una vida más fervorosa, esto me da confianza sobre tu futuro. San Agustín, en su juventud, condujo una vida desordenada, pero después entendió que hemos sido creados para amar a Dios, y nuestro corazón está inquieto hasta que no repose en Él. Las culpas que hayas cometido no deben atemorizarte, pues serán canceladas para siempre en la Confesión. Recuerda que el Señor es incapaz de alejar a una persona que vuelve a Él con el corazón sinceramente arrepentido. No es fácil encontrar a un buen director espiritual, puesto que es necesario que sea sabio, caritativo y prudente. Visto que vives en (...), te aconsejo que contactes a los Padres (...). He oído hablar muy bien de ellos. ¿Qué debes hacer por el momento? Intenta dedicar cada día un poco de tiempo a la oración, que es el oxigeno del alma. También es muy útil rezar el Rosario: debes efectivamente cultivar una gran devoción a la Virgen, que además de ser la Madre de Dios es también Madre nuestra e intercede por nosotros ante Dios.

Intenta hacer un poco de lectura espiritual cada día. A este propósito, te aconsejo leer "Las glorias de María" y "La Práctica de amor a Jesucristo" ambos escritos por San Alfonso María de Ligorio. Cada domingo debes de ir y asistir a la Santa Misa, la cual es la renovación incruenta del Santo Sacrificio del Calvario. Cuando te sientas sin ganas de ir, recuerda que deber hacerlo por agradar a Jesús. Él lo quiere. Desgraciadamente, con frecuencia hoy en día, las Misas se celebran mal y con muchos abusos litúrgicos, por lo tanto intenta frecuentar iglesias donde la Misa se celebre con devoción y sentido de lo sagrado. Intenta tomarte algunos días de vacaciones para seguir los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola organizados por el Instituto del Verbo Encarnado o por las Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará. Estos ejercicios te darán un fuerte empuje en tu vida espiritual y te ayudarán a elegir el estado de vida que Dios tiene diseñado para ti.

Seguramente te habrás dado cuenta de que las cosas de la tierra no pueden satisfacer el corazón humano: trabajo, dinero, viajes, diversiones, amistades frívolas y todas las cosas mundanas no son más que vanidad de vanidades y pronto desaparecen. Debemos pensar sólo en vivir como buenos cristianos y en salvar eternamente nuestra alma, para poder ir al Cielo y amar a Dios para siempre. Éste es un momento importantísimo de tu vida, el Señor te está haciendo sentir el deseo de la conversión y de una vida cristiana más intensa. ¿Cuál es su proyecto para ti? Yo no conozco los secretos decretos divinos, pero te digo claramente que espero mucho que el buen Jesús pueda tomarte toda para Él en algún orden religioso observante. Una cosa es ser la esposa de un hombre en la tierra, otra muy distinta es ser la esposa de Jesucristo. Yo creo que las mujeres más felices de la tierra son aquellas que lo han abandonado todo para vivir unidas al Señor en algún orden religioso fervoroso. Los hombres de la tierra frecuentemente maltratan y traicionan a sus mujeres, mientras que Jesús da tanta alegría y paz interior a sus esposas fieles, eso es: a las que lo aman con un corazón entero sin divisiones.

Querida hermana en Cristo, nuestra vida en este valle de lágrimas es una continua batalla espiritual para salvar nuestra alma. Ten valor, con la ayuda de Dios y de la Virgen cada uno de nosotros puede lograr alcanzar la Patria Celeste. Debemos amar a la Santísima Trinidad con todo nuestro corazón y con todas nuestras fuerzas. Si no amamos a Dios, ¿qué hacemos es esta tierra? Tendría tantas cosas más que decirte, pero por el momento me paro aquí.

Espero haberte podido ayudar en algo, no dudes escribirme si tienes alguna pregunta que hacerme o también si sólo deseas un poco de ayuda y animo en tu vida espiritual.

Aprovecho la ocasión para enviarte mis más cordiales saludos en Jesús y María,

Cordialiter

viernes, 22 de febrero de 2013

¿Te gustaría ser monja?

¿Te gustaría ser monja? Consejos de escribr a las "Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará". Entre las congregaciones religiosas en fuerte expansión está la de las “Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará”, rama femenina de la Familia Religiosa del Verbo Encarnado, que en pocos años ha superado las mil y continúa suscitando más interés en las religiosas atraidas por la vida consagrada, basta pensar que tienen alrededor de 100 novicias y postulantes (por año), sin contar las aspirantes. Es un crecimiento en verdad extraordinario. Solo Dios puede ser el artífice de tal triunfo del amor.


Ser monja, el nuevo blog sobre la vocacion religiosa.

miércoles, 20 de febrero de 2013

¿Televisión en el monasterio?

La utilización del televisor en los conventos es un devastador medio de relajación de las órdenes religiosas. Si se utilizara de vez en cuando, para ver alguna película edificante o algún documental instructivo, su uso podría considerarse aceptable. Pero, en ciertos lugares, la TV es utilizada frecuentemente de manera indecorosa, convirtiéndose en el cáncer de las comunidades religiosas. Viendo ciertos programas televisivos se corre de verdad el riesgo de disipar el espíritu de fervor, mortificación, devoción y penitencia. Muy a menudo, las películas cuentas historias llenas de intrigas, chantajes, venganzas, pasiones, ligues, traiciones, y muchas cosas más que representan lo peor del mundo. Por no hablar de esos programas que exhiben mujeres vestidas de forma desvergonzada. Estas cosas no son para nada edificantes, y acaban inevitablemente por relajar el espíritu religioso.

Es una lástima: si alguien hace notar a los consagrados relajados que sería mejor apagar la tele, corre el riesgo de que le acusen de ser una persona demasiado intransigente. Afortunadamente, en las órdenes religiosas de estricta observancia, no hay televisión o, en el caso de que la hubiera, se utiliza raramente y con extremada prudencia. En estas comunidades, la información sobre lo qué ocurre en el mundo llega a través de revistas y periódicos católicos.

Deberíamos pedir a Santa Teresa de Lisieux que interceda para aquellos pobres religiosos que viven de manera relajada su vocación.

jueves, 7 de febrero de 2013

¿Te gustaría ser monja?

¿Te gustaría ser monja? Consejos de escribr a las "Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará". La mayoría de estas hermanas llenas de celo apostólico, son de vida activa pero también tienen monasterios de clausura en los que se lleva una vida contemplativa. Las Servidoras están presentes en varios países de lengua española: Argentina, España, Chile, Ecuador, Perù y Paraguay. A diferencia de otras congregaciones religiosas que no aceptan jóvenes que han alcanzado los 40 años, las Servidoras aceptan candidatas de todas las edades, si tienen signos concretos de vocación. Las jóvenes que no han logrado encontrar un buen director espiritual pueden igualmente hacer una experiencia vocacional en uno de sus noviciados, donde sarán ayudadas por la maestra de novicias a hacer un buen discernimiento. 



sábado, 26 de enero de 2013

Vida religiosa

Publico una carta que me escribió una lectora.

Hola!! :) Dios y la Virgencita lo o la bendigan por su blog, soy de Costa Rica estoy en acompañamiento vocacional en un convento apostolico que no es de extricta observancia, en mi corazón tengo un gran deseo de servir a los pobres, huérfanos y a la comunidad y a la iglesia, y predicar la palabra de Dios, solo que no estoy segura de si este tipo de orden es para mi, ya que me, llama mucho la atencion como viven en los monasterios contemplativos, pero aveces medito en la obediencia a Dios y en que la vocacion es un servicio y no lo q yo quiera pues deseo hacer, la voluntad de Dios sobretodo, y porque me gusta tambien el modo de como viven estas otras hermanas apesar de no ser contemplativas, ya que siguen a Jesus! Agradeceria su consejo y su oracion por mi.


Querida hermana en Cristo,
                                              soy italiano y no hablo bien el español. Estoy muy contento de saber que te sientes atraida por la vida consagrada y que te gustaría ser religiosa. En privado te he enviado algunos consejos.

 ¡Coraje, hay tanta necesidad de religiosas que busquen el bien de las almas y la mayor gloria de Dios! El enemigo del género humano hará de todo para que no elijas el estado de vida que Dios quiere para ti, pero debes resistir con ardor y combatir como un soldado valoroso. Espero que puedas elegir el estado de vida al cual Dios te llama. Para ser religiosa es necesario superar tantas dificultades, pero vale la pena.

Permanezco a tu disposición para cualquier otra consulta y aprovecho la ocasión para animarte en tu hermoso propósito de consagración religiosa. Te saludo cordialmente en Cristo Rey y en María, Mediadora de todas las gracias.

Cordialiter

sábado, 12 de enero de 2013

Salvado por la Virgen María

San Alfonso Maria de Ligorio cuenta en “Las Glorias de María”, el siguiente hecho que merece la pena ser divulgado lo más posible. Un día, mientras Santo Domingo estaba predicando en una ciudad francesa, le condujeron un hereje albigense, el cual había sido poseido por los demonios porque desacreditaba publicamente la devoción al Santísimo Rosario. Entonces Santo Domingo, en nombre de Dios obligó a los demonios a decir si eran cosas verdaderas las que predicaba en favor del Santo Rosario. Los espíritus infernales respondieron gritando que todo lo que Santo Domingo había dicho sobre la Virgen y el Rosario era verdad. Y agregaron que ellos no tenían ninguna fuerza contra los siervos de María y que en el momento de la muerte, muchas almas pecadoras se salvan invocando a la Beata Virgen. Finalmente dijeron que ellos habían sido obligados a decir que ninguna persona se condena si persevera en la devoción a María y al Rosario, porque María obtiene a los pecadores un sincero arrepentimiento antes de morir. Por lo tanto Santo Domingo hizo recitar al pueblo el Rosario, y ¡oh maravilla! a cada invocación a la Virgen, del cuerpo del hereje poseido salían muchos demonios en forma de carbones encendidos, hasta que terminado el Rosario, quedó completamente liberado. Delante de este hecho prodigioso se convirtieron muchos herejes.

viernes, 4 de enero de 2013

Consagrarse a Dios

Una joven italiana me ha escrito un hermosísima carta que ha intitulado “Consagrar mi vida a Dios”, y que quiero hacerles leer para vuestra edificación espiritual. Esta es la traducción:

Querido hermano,
                               Esta semana recibí una noticia maravillosa! En la dirección espiritual, mi director aceptó con alegría mi insistencia en consagrar mi vida al Señor. Me había aconsejado un poco de tiempo para discernirlo bien. En estos tres meses no falté un solo día a la Misa y recé con fervor para comprender que cosa quería el Señor de mí, de modo que pudiera cumplir Su voluntad del mejor modo. Ahora es clara en mí la conciencia de ser toda Suya. Jesucristo me ha seducido con Su extraordinaria belleza, con las palabras que cada día me da por medio de la Santa Misa, me ha conquistado con la comunión, ha tomado posesión de mi corazón y de mi alma. Y día a día me corteja, de mil modos. Poco a poco sustituye mi fragilidad humana y mi grandísima miseria. El pone a prueba mi fidelidad, pero Sanatás tienta, en todos los modos, de insinuar en mí la duda. Sucede sobretodo durante la adoración Eucarística, el momento que espero con ansias, como la novia que corre hacia el enamorado para estar junto a él. Busca destruirme con la sospecha de que son mis deseos, que yo soy muy estúpida y débil para poder unirme a Jesús consagrándole mi vida. Pero el Buen Dios conoce nuestro corazón y nuestra fragilidad y no nos prueba más allá de nuestras fuerzas. Con Su gracia, vuelvo a levantarme, más fuerte que antes y más convencida. Por lo tanto comprendo que la prueba es una gracia que el Señor nos concede, porque estrechando su mano y mediante Su fuerza, nos unimos más fuerte que antes. Me enamoro de El cada día más. Por la mañana lo siento muy cerca como solo un enamorado lo puede hacer. Me llena de atenciones durante todo el día, me invade su ternura cada vez que pienso en El y pronuncio su dulcísimo nombre. Por lo tanto, te estarás preguntando cual sea la buena noticia: le he dicho a mi director espiritual que no podré estar por mucho tiempo en el mundo, por lo tanto solicitaba la fundación del nuevo orden, del cual hablábamos. Y él me ha dicho que antes del verano iniciarán los trabajos de construcción de la Iglesia en el centro de [...] y allí surgirá el monasterio. La Madre Celeste le hará comprender como quiere que sea esta Orden. Soy tan felíz que no puedo estar en mí, literalmente: mi alma parece que quiere tomar vuelo hacia la patria celeste. Por el momento nadie conoce mi vocación, solo mi director y la amiga de la cual te hablaba, también ella, llamada a la vida consagrada.

Mi madre ha comenzado a sospechar algo, pero todavía no le he dicho una palabra sobre el asunto. Hace algunos días atrás, ella me preguntaba qué cosa eran estos secretos que tengo con el Padre A., viendo que desde hace tres meses hablamos más seguido. Me preguntó si quería hacerme religiosa, le sugerí de preguntárselo a Dios. Ella está haciendo mi mismo camino de fe, con la diferencia que siempre ha estado cerca del Señor y gracias a sus oraciones Dios me ha atraido a Sí. Además siempe deseó un hijo sacerdote, por lo tanto me esperaba una reacción muy diversa. Me dijo que no debo hacerme religiosa (cuando la gente habla de “hacerse religiosa o monja” lo hace de modo despectivo); que yo tengo que tener una familia, que no soy capaz de vivir encerrada y que a Dios lo puedo amar también así. Esperé que se fuera, para esconder las lágrimas. No le he dicho una sola palabra de mi asunto, pero ahora temo el día que deberé hablarles a los míos. Mis amigos seguramente se me reirán en la cara y me darán la espalda, los parientes no comprenderán y me tomarán el pelo. Quizá Jesús lo quiere así. Soy una persona muy sensible y no soporto el experimentar dolor por cada estupidez, pero con Jesús estoy dispuesta a enfrentar todos los adversarios. Si El me quiere como esposa, nadie en el mundo podrá oponerse a Su voluntad.

Por mí y por este proyecto de vida, te pido tantas oraciones. Lo recompensaré ciertamente.

Un gran saludo en Jesús y María,
(carta firmada)

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Historia de una vocación

Una estudiante universitaria de Napoles había vivido serenamente hasta los 21 años de edad, pero cuando se puso de novia con un joven, comenzaron los problemas con sus padres con quienes discutía frecuentemente. De ángel de la casa se había transformado en una víbora dispuesta a morder a cualquiera. Se sentía infeliz, lloraba, consideraba a todos como enemigos, sobretodo a Dios, quien en cambio es el Bien infinito. Y de este modo eliminó el Señor de su vida, pero El no se olvidó de ella, y le tendió una trampa para “capturarla”. La madre de la joven decidió ir en peregrinación a Tierra Santa y logró convencer a la hija de acompañarla. En el grupo de peregrinos habían también algunos frailes de estricta observancia. Al inicio la “joven rebelde” tenía una actitud hostil hacia los religiosos y cuando tenía que hablar con ellos usaba palabras ásperas, pero cuando vio el comportamiento edificante que tenían, y el modo devoto y fervoroso de rezar, cambió su idea sobre ellos, meditó sobre la Pasión de Cristo y se arrepintió del mal hecho en toda su vida, obteniendo la absolución sacramental en la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén. Una religiosa le indicó un sacerdote con quien hablar, el cual desde ese momento comenzó a ser su padre espiritual. Aun asi, la estudiante no estaba del todo “rendida” y vivía su vida cristiana con compromisos, medias tintas y contradicciones. La conversión sucedió durante una peregrinación a Fátima, donde decidió tener un comportamiento más coerente. De regreso en Italia, pidió al padre espiritual que dirigiera su alma y la de su novio en vistas al matrimonio. Mientras tanto comenzó a recitar el Rosario cada día, cambió el modo de vestir, dejó de maquillarse y no frecuentó más las discotecas. Este cambio le causó muchos problemas con su familia, por lo tanto decidió transferirse al convento de las hermanas que había conocido en Tierra Santa para poder continuar más tranquila sus estudios universitarios.

La joven no tenía ninguna intención de hacerse religiosa, pero el padre espiritual le presentó esta posibilidad. Viviendo en el convento con las hermanas, comenzó a participar de la vida comunitaria y las oraciones en común, en vez de estudiar, leía las biografías de los santos. Comenzó a sentir por primera vez en su vida la llamada a la vida religiosa, pero buscó de sofocar dentro de sí esta inspiración, esforzándose para hacer callar la voz del corazón. Habló con el director, el cual le confirmó lo que temía, se trataba verdaderamente de la vocación. Asi dejó el convento y regresó a su casa, no quería escuchar hablar de vocación, y se dedicó a preparar las cosas de su matrimonio, para evitar que Dios interrumpiera sus proyectos. Mientras que estaba en los preparativos del casamiento, en vez de provocarle alegria le daban angustia. Todos se dieron cuenta de esto, pero ella no quería admitir que le faltaba la vida de oración con las hermanas y la relación íntima con Jesús, cosas que ya se le habían vuelto indispensables como el aire. Mientras tanto su habitación se había convertido en una celda monástica.

El día de su cumpleaños habló con las hermanas por teléfono y la invitaron a pasar algún día en el convento. Ella aceptó con alegría, porque su corazón estaba atraido por la vida religiosa. Hubiera tenido que permanecer solo un par de días, en cambio se quedó para siempre. El Buen Jesús la llamaba y ella se cansó de luchar, resistir y de huir. De este modo se abandonó al amor del Divino Redentor, y comunicó por teléfono a sus padres y a su novio la decisión de abrazar la vida consagrada. Junto a Jesús y María, se sentía finalmente feliz.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Consagrar mi vida

Carta de una joven.

Hola, la verdad hace un tiempo que habia encontrado tu blog, pero no m había llamado tanto la atención pero últimamente estoy leyendo cada entrada que publicas... te comento primero quien soy. Me llamo [...], tengo 18 años, estoy viviendo en [...], Argentina, desde los 14 que "descubrí" que Dios me llamaba a una entrega especial a Él, a consagrar mi vida entera a Él.. pero a los 16 que tomé esto enserio.. empece a darme cuenta que esto no era una simple locura pasajera! sigo pensando que es una locura, pero no pasajera.. es un deseo que cada vez es más fuerte en mí...

Empecé mi discernimiento vocacional con las [...], que son las únicas hermanas que hay en mi ciudad, en un colegio.. tuve que romper una barrera enorme que había en mi para poder acercarme a hablar y plantearles mis inquietudes a ellas, ya que siempre tuve un gran prejuicio contra los institutos de enseñanza privada, más aún los religiosos!!

hoy en día luego de dos años, de estar manteniendo encuentros, retiros y misiones con ellas, ya me siento muy parte de la familia... y a la Santa Fundadora, [...], ya la siento mi madre espiritual.. pero aca es donde se viene lo que m asusta y en cierta manera m paraliza.. el próximo paso es la convivencia.. y nunca antes había visto tan cerca el alejarme de mi familia y amigos.. pero tampoco antes había sentido tan fuertemente mi amor hacia Jesús, y no me da miedo asegurar que estoy totalmente enamorada de Él, de su presencia viva siempre en mi vida...es una constante contradicción.. ya que tampoco sé o no estoy segura de si debo ingresar al postulantado con ellas o seguir buscando.. digo esto xq yo empecé esta búsqueda con el deseo de pertenecer a una orden franciscana, ya que mi familia es muy devota y seguidora de San Francisco de Asís, mis padres se conocieron en la JUFRA, […]...hoy sentí en verdad, mientras leía otra vez el último artículo, muchas ganas de contarte mi experiencia, para que reces por mí para que sepa responderle a Nuestro Señor, y simplemente creo, para poner en pocas palabras estos años de mi rara adolescencia..
Saludos en Xto

(Carta firmada)

martes, 4 de diciembre de 2012

Una semana en el monasterio


Publico una hermosa carta que me escribió una joven, después de haber transcurrido una semana en un buen monasterio de clausura.

Querido Cordialiter,
                           recientemente he realizado una experiencia por una semana en el Monasterio de las Hijas del Corazón de Jesús en Venecia y he decidido escribirte, también considerando que las conocí gracias a tu blog. Aquí he festejado el Año Nuevo en Adoración al Santísimo expuesto y ha sido el festejo más hermoso de mi vida. Encontré en verdad un monasterio de estricta observancia y esta palabra dice todo : la vida de las monjas es marcada por la regla: Oficio divino, S. Misa, trabajo, recreación. Las comidas se toman en silencio, escuchando una lectura, el martirologio o cantos. He podido en verdad ver la realización del proyecto que Jesús tenía sobre Santa Margherita de Alacoque: estas monjas están dedicadas a la Adoración, en reparación de las ofensas que se hacen contra el Sagrado Corazón de Jesús. Ellas lo aman por quienes no lo aman; esto es reparar. Lo adoran por aquellos que no lo adoran: esto significa dar a Dios el justo puesto en el mundo. Como dice la Beata María de Jesús "Jesús debe reinar!"

Descubrí también una devoción muy hermosa y profunda que había leído en las vidas de algunos santos: la de las últimas 7 palabras de Jesús en la cruz, que ellas proclaman muchas veces al día. Estas monjas son todas para Dios, todas en Dios. Siempre sonrientes y alegres, pero siempre recogidas. Es en verdad buena la impresión que he recibido, te agradezco por lo tanto por aconsejarme y quisiera poder aconsejar a otras jóvenes que hagan una experiencia así de hermosa...
Te agradezco por el trabajo que haces: no pasa un día que no visite tu blog...;

in Cordibus Jesu et Mariae,

(carta firmada)


Queridísima hermana en Cristo,
                                                     te agradezco de corazón el hermoso testimonio que me has escrito. Estoy muy feliz de saber que te sientes atraída a abrazar la vida religiosa en una Orden que vive en manera fervorosa la propia vocación. Me ha edificado mucho la lectura de la biografía de la Fundadora de las Hijas del Corazón de Jesús, la heroica Beata María Deluil-Martiny. Me gustan sus escrito espirituales, siempre llenos de celo por las almas y de amor al Buen Jesús. El Año Nuevo que has festejado en el monasterio haciendo la adoración Eucarística, ha sido el más hermoso de tu vida. Estas alegrías las pueden comprender solo aquello que las han experimentado. Mientras los mundanos festejaban el nuevo año entre champagne, petardos, gritos, bailes y ritos supersticiosos, ustedes en la clausura adoraban a Jesucristo presente con todo el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad en la Hostia consagrada. Ya cinco lectoras del blog me han manifestado el interés por estas angélicas religiosas de clausura. Espero que las Hijas del Corazón de Jesús, puedan ser inundadas de numerosas vocaciones. Hay tanta necesidad de religiosas celosas como ellas, que inmolan la propia vida para la mayor gloria de Dios, la salvación de las almas, la santificación del clero y la ruina de las sectas masónicas que trabajan contra la Iglesia Católica. Cada religiosa de clausura, es una gran riqueza espiritual para la Iglesia, porque es con la oración que se obtienen las gracias.
Queridísima en Cristo, pido a Dios que te de la fuerza de voluta para perseverar en el deseo de dar tu vida a Él, el Amor de las almas.

In Corde Matris,

Cordialiter

lunes, 12 de noviembre de 2012

Esposa de Jesus

Tiempo atrás tuve un largo coloquio telefónico con una queridísima lectora del blog que espera llegar a ser esposa de Jesucristo. Por motivos de confidencialidad no puedo decir a ninguno lo que me ha contado, pero les pido de rezar por ella, porque tiene tanta necesidad de la ayuda del Cielo. Esta hermana en la fe está sufriendo tanto en su corazón, por lo tanto quiero hacerle llegar una carta abierta para animarla.

Queridísima hermana en Cristo,
                                                     estoy contento de averte escuchado por telefono, pero he sentido también compasión al sentir tu corazón afligido a causa de las diversas dificultades que te afligen. Me ha impresionado mucho cuando en cierto momento del coloquio has manifestado tu deseo de entrar pronto en el monasterio y de abandonar definitivamente el mundo. He percibido claramente que tienes el corazón dolorido. Siempre da pena una persona que sufre, pero cuando quien sufre es una persona como tú, que desea solamente amar a Jesús por el resto de su vida, la compasión es mayor. No te desanimes, confíate en las manos de la Mediadora de todas las gracias y verás que todo será para bien. Me ha gustado mucho la historia de tu vocación y aprecio la fuerza de ánimo que has tenido en abandonar todo para donarte a Dios. Muy pocos habrían tenido el coraje de renunciar a lo que has renunciado para abrazar la vida religiosa. Jesús ha elegido una esposa generosa y de gran coraje, estoy contento que solo El podrá poseer tu corazón. ¡Quien sabe cuántas lágrimas has derramado a causa de tu amor por el Divino Redentor!, pero quien siembra llorando recogerá con alegría los frutos en la Patria Celeste. Sobre esta tierra estamos solo de paso, debemos ganarnos el Paraíso llevando la cruz por amor de Dios, demostrando así nuestro amor por El. Con estos sufrimientos te estas purificando en espera de las bodas con tu amado Esposo. En tus oraciones invoca también la ayuda de la heroica fundadora de la Orden a la cual aspiras a entrar, verás que será muy felíz de acogerte entre sus seguidoras. El diablo esta buscando sembrar confusión para hacerte caer en el desánimo y hacerte cometer algún error; de hecho, decía San Luis Gonzaga que el demonio llega siempre a pescar alguna cosa cuando las cosas son turbias. Quédate alegre y serena, confía en la Virgen y permanece con el ánimo pronto para aceptar lo que disponga. No temas, en toda la historia de la Iglesia jamás ha sucedido que alguno se haya confiado a la Virgen y haya sido abandonado. Jamás! Recuerda pedir la ayuda también de San José, castísimo esposo de la Beata Virgen y custodio providente de la Sagrada Familia. ¡Cuántos beneficios se obtienen gracias a su intercesión!

Te repito, no temas, Jesús está muy cerca tuyo en estos momentos en el cual sientes el peso de la cruz, qué más quieres? El te ama y te quiere en verdad feliz. Si permite que ahora tu estes en el dolor, lo hace solo para sacar un bien mayor. En la Patria Celeste comprenderás todo en manera clara y alabarás la Divina Providencia que te había enviado esta cruz para hacerte merecer los bienes más grandes. Si permaneces fiel a Su voluntad, recibirás la recompensa de su Corazón per omnia sæcula sæculorum. Asi sea.

Tu hermano en Cristo,

Cordialiter